La reciente Aste Nagusia ha confirmado que cada año son más los niños y adultos que se acercan a participar y a disfrutar de los gigantes y cabezudos. Con el museo San Telmo como punto de partida, los ocho gigantes y 13 cabezudos que forman la comparsa Itzurun han desfilado cada tarde por las calles de la capital guipuzcoana durante las fiestas. Y el éxito deja una secuela en forma de juguete de moda. Por primera vez, y con la colaboración de la tienda Alboka, situada en la Parte Vieja de Donostia, han salido a la venta una pareja de pequeños gigantes guipuzcoanos.

Se amplía así a Gipuzkoa la moda del merchandising en torno a los gigantes y cabezudos que triunfa hace años en Iruñea y en otras partes de Nafarroa. En la capital del Arga se puede encontrar prácticamente de todo en torno a la entrañable comparsa, ya con más de siglo y medio de vida: desde gigantes y cabezudos de goma a caretas, vergas, cromos, libros de colorear, por supuestos camisetas...

La tienda Alboka empezó a vender productos relacionados con los gigantes y cabezudos de Donostia hace año y medio. Entonces disponían solo de unos cabezudos. La comparsa Itzurun, tras ver dicho producto, ofreció a la tienda vender pequeños gigantes. Alboka decidió entonces «lanzarse a la aventura, a un mundo desconocido», según afirman en la tienda.

Rubén Platero, conocido ya por su labor en localidades navarras como Funes, Murchante o en barrios de Iruñea, fue el elegido para la fabricación de los gigantes de goma guipuzcoanos, tras sugerirlo la comparsa. En la tienda opinan que «él es el que mejor los hace y nos parece importante que se hagan aqui». Platero, tras pensárselo bien, «ya que no disponía de tiempo y necesitaba el permiso del consistorio donostiarra», decidió al final animarse.

La comparsa empezó en enero de este año a mandar todo tipo de información a Platero, «todo lo que quería y necesitaba» para hacer los muñecos de goma. Alboka estuvo presente en el proceso de creación y definición del modelo: «Rubén hizo un montón de pruebas, nos mandaba por whatsapp cómo iban saliendo poco a poco». Tras lograr el permiso del Ayuntamiento de Donostia y tres meses de proceso de gestación, el 4 de agosto llegaron las 300 parejas de gigantes guipuzcoanos a la tienda. «Y ha sido un éxito», explican. Niños y adultos, donostiarras, guipuzcoanos, y también navarros que en algunos casos acumulan colecciones de decenas de gigantes. Todo tipo de público ha gastado su dinero para comprar la nueva pareja de gigantes de goma.

Tanto el Ayuntamiento de Donostia como la comparsa Itzurun han dado la enhorabuena a Rubén Platero por el éxito de su nuevo producto. «Nos hemos dado cuenta de cuántos niños y niñas hay detrás de los gigantes y cabezudos», afirman en Alboka. «A su edad es mejor que jueguen con ellos que con móviles», añaden desde la tienda.

Ballenero y batelera

Los dos «recién nacidos» son los gigantes guipuzcoanos. Él, ballenero, conocido en la comparsa como «pecho roca» por su fortaleza, con su inseparable txapela y el arpón que sujeta con fuerza, y también con el aro de oro en la oreja que distinguía hace siglos a quienes habían logrado superar el estrello de Magallanes o el cabo de Buena Esperaza. Y ella, batelera de Pasaia, de las que afirma la historia que Felipe VI se llevó al Retiro madrileño para que mostraran su bravura con los remos.

El año que viene quieren poner a la venta la pareja de gigantes alaveses, más conocidos aún dado que son los que abren el desfile cada día.

Además de darse a conocer con estos pequeños gigantes, un año más la comparsa de gigantes y cabezudos ha participado en una iniciativa solidaria de la mano de su patrocinador. Itzurun vende camisetas para Juneren Hegoak, por 10 euros. El objetivo es lograr 950 camisetas y los beneficios son para la fundación. El dibujo vuelve a correr a cargo de Iñigo Garvi, que esta vez ha querido reunir a toda la comparsa en la camiseta. Juneren Hegoak es, recuerda Itzurun, «una asociación sin ánimo de lucro que pretende generar una red de apoyo a familias gipuzcoanas que en situación de vulnerabilidad estén viviendo la experiencia de enfermedades, muerte o duelo de niños o niñas». Aspira, por tanto, a «poder colaborar con las familias para hacer frente a dicha experiencia a través de apoyo económico, personal, psicológico...».

Los gigantes y cabezudos «son patrimonio de la ciudad» desde 1982, después de que el Gobierno de Lakua se los ofreciera a Donostia. La comparsa Itzurun es la que se encarga de darles vida: «Nuestra asociación es la materialización del empeño de aquella gente que a partir de 1982 dimos vida a los gigantes y cabezudos». Esta pasada Aste Naguia, los días en los que la comparsa salía por las tardes, «la gente ha participado de forma muy activa», destacan, tanto corriendo ante los cabezudos como bailando con los gigantes o acompañándoles en su paseo.