Arnaitz GORRITI
EUROBASKET 2015

Reclamo olímpico, premio europeo

Los finalistas del torneo conseguirán el boleto para Río 2016. Francia, vigente campeona de Europa y bronce mundial, es la favorita.

Si los campeonatos de Europa de baloncesto posteriores al año olímpico suelen adolecer de que buena parte de la élite continental descanse y deje pasar el torneo, el reclamo olímpico devuelve y otorga al Eurobasket un brillo y un innegable aire de reválida. Desde hoy y hasta el día 20, 24 selecciones buscan la gloria continental, que no deja de ser sinónimo de que buscan el billete de Rio 2016, algo que solo los finalistas lograrán, mientras que los clasificados del tercer al séptimo lugar obtendrán el pase al preolímpico que se disputará del 5 al 10 de julio del año que viene.

Como viene siendo habitual, las quinielas vuelven a dispararse de cara a adivinar qué equipo puede ser el favorito, cuál la sorpresa y cuál la decepción. Como vigente campeón continental, la selección francesa, que además parte con la ventaja de que siempre jugará en casa –primero en Montpellier, y a partir de la primera fase en Lille, donde se disputarán todos los partidos–, es la gran favorita. Su oro en 2013, superando a su bestia negra España en semifinales, un éxito refrendado con el bronce del Mundial de 2014, ha supuesto el ascenso a la élite histórica continental de la generación capitaneada por Tony Parker y Diaw.

Amén de sus dos referentes de 1982 y Nicolas Batum, su fondo de armario lo convierte en temible: Fournier, Gelabale, De Colo, Lauvergne y Gobert suponen un refuerzo serio partiendo del banquillo, con el único lunar de haber perdido a Antoine Diot por lesión y de que Anadolu Efes no permitiera que Heurtel reforzara el puesto de base de les bleus. Pero Leo Westermann es una incorporación de garantías. Con todo, los de Vincent Collet también echarán de menos a los pívots Ajinça y Noah.

Rusia, Polonia, Israel, Finlandia y Bosnia estarán en el grupo A, junto al combinado galo. La Bosnia de Dusko Ivanovic llega sin Teletovic, Djedovic o Nurkic, de forma que el carácter del montenegrino deberá suplirlo, más que lo que aporten el nacionalizado Renfroe y Elmedin Kikanovic.

Rusia, después de haber sido sancionado y readmitido por la FIBA, llega sin Shved, Kirilenko, Mozgov, Kaun, Bykov o Khryapa, de modo que Evgeny Pashutin deberá sacarse de la chistera un juego medianamente reconocible, algo diamentralmente opuesto a la Israel de Ohayon, Casspi y el ex de Bilbao Basket D’Or Fischer, la Polonia de Gortat, Ponitka y Karnowski, o la Finlandia de Koponen y el técnico Henrik Dettmann, que esperan hacer oír el aullido de los susijengi más allá de la primera fase.

Berlín, grupo de la muerte

El grupo B es, sin duda, el más difícil. Serbia, medalla de plata del pasado Mundial, llega con la presión de refrendar la actuación del verano pasado, pero en esta primera fase se enfrenta a una Alemania con Nowitzki, a la España de Pau Gasol, a Italia con Hackett, Gallinari, Bargnani o Belinelli, a Turquía con Ilyasova y Osman como referentes ante las ausencias de Kanter o Preldzic, y una Islandia que planteará sus partidos en una versión extrema de los fineses: un «¡pim, pam pum, fuego!» de triples que, ojo si entran.

«Nadie sabe en este momento si lograremos el oro, pero cada uno está dando su máximo para que consigamos la mejor forma para el campeonato europeo», reconocía el seleccionador serbio Sasha Djordjevic, que ha sorprendido a propios y extraños al dejar fuera de la convocatoria al veterano Nenad Krstic y al gigantón –2,21 metros– fichado por los Spurs Boban Marjanovic.

Merece la pena pararse en Italia y España, en tendencias opuestas. La «generación dorada» hispana ve en este Eurobasket su última oportunidad, solo extensible hasta Río 2016, tras su fracaso en el Mundial 2014.

Pero de sus mejores puntales faltan Marc Gasol, Navarro y Ricky Rubio, e incluso Abrines se cayó por una fascitis. Los tejemanejes federativos hispanos han atado al montenegrino Nikola Mirotic como pareja de baile de Pau Gasol, y Sergio Scariolo ha vuelto al banquillo español tras el fiasco de Orenga, mientras que Sergio Rodríguez y Llull tratarán de trasladar su gran año con el Real Madrid al Eurobasket. Empero, todo depende de Gasol. Si Gasol aguanta la acumulación de minutos y partidos, España optará a todo. De lo contrario...

Mientras, Italia llega en plena eclosión de sus jóvenes. Datome, Gallinari y Belinelli –y Bargnani si tuviera un buen campeonato, aunque sabe Dios– tienen una gran rotación con Gentille, Melli, Polonara, Hackett o Della Valle. En los partidos de preparación han alternado minutos espectaculares, con Gallinari de líder, con apagones tremendos. Simone Pianigiani ha pasado del «¡Jugad con un poco de alma, de dignidad! ¿Qué cojones tenéis adentro?» del Eurobasket 2011 a ver que la azzurra vuelve a tener opciones de llegar arriba, sobre todo si superan la primera fase.

Balcánicos y bálticos

Holanda, Croacia, Grecia, Eslovenia, Macedonia y Georgia conforman el grupo C, mientras que en el D Estonia, Lituania, Letonia y Ucrania comparten rivalidad con la República Checa y Belgica. Una suerte de división báltica y balcánica en la que Croacia parte como favorita.

Perasovic se ha tomado su tiempo para conformar el equipo, pero lo cierto es que ha formado un grupo temible, a la espera de que sus cachorros, sobre todo Dragan Bender, lleguen a la élite. El último Mundial u19 demostró que Croacia, –plata, perdiendo la final ante Estados Unidos en la prórroga... ¡y sin sus estrellas!– es el futuro.

Por lo pronto, con Bogdan y Bojan Bogdanovic, más Hezonja, Saric y Ante Tomic, tienen para darle cera al más pintado, y el recambio de Perasovic respecto a Repesa en el banquillo de Hrvatska ha sido como un baño de agua bendita. Lástima de la baja de Oliver Lafayette.

A partir de ahí, todo es posible porque las selecciones confunden indistintamente talento e irregularidad. Letonia estaría llamada a ser de las revelaciones... si Porzingis no se hubiera quedado en Nueva York y si Davis Bertans estuviese sano. Lituania, plata en el Eurobasket 2013 y cuarto del Mundial, tambien opta a llegar arriba, pero más por los automatismos creados por Kazlauskas que por otra cosa, girando su juego en torno a Valanciunas, Kalnietis, y en si el físico de Maciulis o la mente de Kuzminskas están como deben estar. Kleiza es ya un caso perdido y Motiejunas es baja, mientras que se incorpora Domas Sabonis para dar aún más solidez a su juego interior, pero sin la creatividad de su padre.

La Grecia de Katsikaris cierra el círculo. Spanoulis pone el talento y la experiencia, pero deberá ser Antetokounmpo quien marque la diferencia. Si el de los Milwaukee Bucks no brilla, el ritmo del Eurobasket se le hará muy duro al «mago de Larissa», ya que las alternativas –Zisis, Calathes, Koufos, Printezis, Papanikolau– ofrecen trabajo y carácter, pero menor calidad.

Erevbenagie y Aboubakar harán la preparación con Bilbao Basket

Dominion Bilbao Basket incorporaba para la pretemporada al base griego Etinosa Erevbenagie y al pívot marfileño Seydou Aboubacar, ambos en calidad de vinculados con el Zornotza, equipo la Liga LEB Plata.

En lo que a Laboral Kutxa Baskonia se refiere, el cuadro baskonista presentaba ayer al pívot croata Darko Planinic, procedente del Buducnost. El jugador se mostró dispuesto a «luchar para llevar al equipo a lo más alto».

El manager general Félix Fernández recalcó que el cuadro gasteiztarra busca un alero para completar su plantilla. A. G.