Jon ORMAZABAL
Pelota

El Plaza Berri de Biarritz vuelve a tener la respuesta

El futuro del lapurtarra pasa por el resultado y, sobre todo, las sensaciones del partido del sábado.

Hace unos 20 años, cuando el difunto Pierre Sallaberry convenció a su amigo Pampi Ladutxe para que entrenara a su hijo Yves, que quería abandonar la escuela, en las para él desconocidas distancias del frontón de pared izquierda, el Plaza Berri de Biarritz fue el escenario en el que el de Lekuine le quitó el miedo a una pelota de poco más de 100 gramos que hacía encoger su mano. Allí convenció el aprendiz a su mentor de que podía hacer carrera como pelotari profesional y ese mismo coqueto recinto tiene gran parte de la respuesta al enigma Xala, que no sabe si la elección de material de esta tarde será la última de su carrera.

Y es que, como el mismo pelotari confirmó con ironía el día de la presentación «creo que será mi último Cuatro y Medio, si salgo campeón igual seguiré el año que viene pero creo que hay más oportunidades de que sea el último que de que no». Una derrota ante Ezkurdia supondría el adiós a la competición del de Lekuine, pero sus dudas van mucho más allá, ya que su contrato concluye en marzo –su incursión en el Parejas se antoja más complicada– y la sensación de que el final se va acercando es cada vez mayor.

«Eso ya es otra historia. La empresa decidirá, me quedan seis meses, tengo que jugar bien, estar a gusto y confiarán de nuevo en mí, pero eso lo decidirá lo que pase en el frontón. Tengo que coger más juego, más chispa y estar más en la cancha, que en los cinco o seis meses que me quedan que esto se recupere», señaló el de Lekuine a GARA, dejando serias dudas sobre su futuro como profesional de pared izquierda.

Dolores de espalda

Su confesado deseo de despedirse jugando al trinquete –modalidad mucho menos agresiva para el cuerpo del pelotari y en la que el pasado sábado disputó un partido–, y sus reiterados problemas de espalda –apenas ha jugado durante todo el verano–, ofrecen pocos motivos respecto a sus opciones de continuar como profesional en Aspe.

Aunque se hayan dicho muchas cosas sobre su estado físico, Xala niega que sufra una hernia. «Son los discos, que están un poco tocados, pero como le pasa a muchos pelotaris y estoy tratándome. Llevo mes y medio entrenándome y ahora me encuentro muy a gusto y entrenando y recuperando muy bien, no tengo dolores y eso me permite entrenar todos los días, que es lo que hay que hacer para afrontar un campeonato como el Cuatro y Medio», agregó.

Sucede que, con 36 años, el cuerpo no perdona y ahora ha apostado por escoger y preparar con mimo sus partidos, antes que introducirse en el vertiginoso día a día de las estrellas del cuadro. «He preferido tomarme mi tiempo para recuperar bien, antes siempre iba demasiado rápido al frontón, forzando, y ahora noto que el cuerpo está mejor, más relajado, he entrenado a gusto, sin ningún dolor y lo que me falta es el ritmo».