Sudáfrica y Gales abren los cuartos, hoy a partir de las 17.00 en Twickenham. El historial entre ambas escuadras favorece claramente a los Springboks (27 victorias, 1 empate y 2 derrotas), pero su último duelo, hace once meses en Cardiff, cayó del lado de los dragones (12-6).

En los del sur retorna JP Pietersen, que formará por 42ª ocasión dupla titular en las alas con Bryan Habana, quien aspira a convertirse en el jugador con más ensayos mundialistas. Está empatado a quince con el mítico Jonah Lomu, si bien el neozelandés solo necesitó dos mundiales (1995 y 1999), mientras que el sudafricano –63 posados en 114 partidos internacionales desde su debut en 2004–, está disputando su tercero.

En Gales, Warren Gatland hace encaje de bolillos para cubrir las bajas, la última la de Liam Williams. Es el cuarto jugador que se marcha a casa antes de tiempo, más las lesiones anteriores al arranque del torneo. El técnico ubica a Tyler Morgan en el centro para que George North vuelva al ala y ocupe el hueco que deja Williams.

«Va a ser un gran desafío físico, sobre todo en la delantera», ha augurado el capitán Sam Warburton. «Una enorme batalla», ha sentenciado Gatland.

Nueva Zelanda y Francia revivirán en Cardiff (21.00) la final de hace 4 años, en la que los All Blacks cosecharon su segundo título (8-7). Los galos preferirán aferrarse al partido de hace ocho años, en esta misma ronda y en el mismo escenario. Su victoria por 20 a 18 dejó a los kiwis por primera y hasta ahora última vez fuera de las semifinales.

Se habla de las presuntas debilidades neozelandesas, que si en la melé, que si llegan tarde a los rucks, que si cometen errores a la mano… Lo cierto es que su Mundial arranca ahora –excepción hecha del duelo ante Argentina– y que Francia no cuenta a priori con los mimbres necesarios para dar la sorpresa. Steve Hansen alineará en el pilar derecho al experimentado y enorme Wyatt Crockett (32 años, 1,93 y 116 kilos), en lugar del lesionado Tony Woodcock. Por lo demás se repite el XV que jugó contra los Pumas.

Por su parte, Phillippe Saint-André, en el que puede ser su último partido antes de ceder el puesto a Guy Noves, opta por Morgan Parra como medio melé, en detrimento de Tillous-Borde. También sienta a Bastareaud para dar el 13 a Dumoulin.

Irlanda y Argentina disputan mañana en Cardiff (14.00) el duelo con el pronóstico más incierto, que viene marcado por las bajas, bien por lesión, bien por las discutidas decisiones del comité de competición. En los de verde, que nunca han estado en unas semifinales, será de la partida su apertura Jonathan Sexton, duda hasta última hora tras un duro placaje de francés Picamoles.

No estará el tercera Sean O'Brien, castigado por una semana tras su puñetazo a Pascal Papé y que será reemplazado por Chris Henry. Iain Henderson y Jordi Murphy ocuparán los puestos de los lesionados Paul O'Connell –el veterano capitán ha dicho adiós a la selección a sus 35 años– y Peter O'Mahony.

El técnico de los Pumas, Daniel Hourcade, no podrá contar con el pilier Nahuel Tetaz –su baja por lesión la cubre Ramiro Herrera– ni con Marcelo Bosch, castigado por placaje peligroso ante Namibia y que será reemplazado por Matías Moroni.

El programa se completa con el Australia-Escocia, mañana en Londres (17.00). Es el partido en teoría más desequilibrado, con los oceánicos como claros favoritos. Michael Cheika reserva a los tocados David Pocock –tercera– e Israel Folau –zaguero–, dando entrada a Michael Hooper, que vuelve tras sanción, y al chico para todo Kurtley Beale. El talonador Stephen Moore y el centro Matt Giteau cumplirán 100 partidos con los Wallabies.

Escocia, liderada por su medio melé Greig Laidlaw, no tiene nada que perder en su retorno a los cuartos. El talonador Ross Ford y el segunda Jonny Gray son baja por sanción.