BIDASOA 30

TEUCRO 29

Bidasoa jugará la tercera ronda copera, de nuevo en Artaleku y a partido único, el 16 de diciembre. Se lo ganó en un gran partido ante el Teucro, al que dominó todo el encuentro haciendo un juego espectacular por momentos, con Martínez muy destacado en los tiros en suspensión, Mouriño mostrando detalles de gran pivote, pillándolo todo y con gran eficacia en el remate, Crowley, Vázquez y Odriozola aportando muchas cosas desde los extremos, dos porteros que aparecieron en los momentos importantes y sus compañeros dando la cara sin que apenas se notasen los cambios.

El Teucro, dirigido por el zarauztarra Erik Balenciaga (apoyado en las gradas por un centenar de seguidores de su pueblo), se defendía como podía, haciendo la goma en el marcador, con su juego habitual de penetraciones constantes, que le valían para provocar hasta 14 penaltis, de los que solo pudo convertir 9.

Tras una primera mitad igualada, la segunda empezó con Bidasoa jugando con uno menos y posesión, pero la gran pelea de Mouriño en la línea de seis metros valía la exclusión de Rodríguez, y la penetración posterior con gol de Kauldi Odriozola significaba la segunda de Rial.

En el primer ataque del Teucro ya eran cinco contra cuatro, pero dos acciones de Balenciaga acababan en penalti (que transformaba Hernández) y vaselina del zarauztarra tras parar Amérigo el remate de Mouriño, y una falta de ataque de Odriozola muy protestada desde la grada traía como consecuencia la exclusión del zumaiarra en la acción posterior. Solo habían pasado ocho minutos y ya había habido cuatro exclusiones (dos por bando) y cuatro penaltis para el Teucro (uno parado por Zubiria). Con 19-19, el Teucro paró a respirar, pero Bidasoa aceleró con un 3-0 que obligaba a Quique Dominguez a pedir tiempo.

La ventaja de 3 goles se mantuvo los 10 minutos siguientes, hasta que Pedreira salía para hacer una defensa 5:1, y en un minuto y medio desaparecía (del 27-24 al 27-27). El Teucro apretaba aprovechando las exclusiones de Odriozola, primero, y de Beltza después. 29-29 y el lanzamiento de siete metros de Pedreira lo repelía el larguero. Con 23 segundos y uno menos, Martínez subía hasta las nubes y bajaba un balón con nieve a las manos de Mouriño, que lo cazó entre un mar de brazos gallegos y convirtió el definitivo 30-29.