N.M.
CLÁSICO

Enésimo asalto culé al Bernabéu, arrasando con su histórico enemigo

REAL MADRID 0

BARCELONA 4


Al Barcelona no le hizo falta Messi para arrasar en el feudo de su histórico enemigo, una circunstancia que se está convirtiendo en costumbre en los últimos tiempos. Los culés zarandearon a un Real Madrid al que ya aventajan en seis puntos y cuyo nuevo proyecto abanderado por Rafa Benítez queda muy tocado tras el cabreo de su afición, que se manifestó en pitos, pañolada y gritos contra su presidente.

Además de la efectividad de Neymar y Suárez –fueron un quebradero de cabeza para la zaga merengue, con una y dos dianas, respectivamente–, la escuadra azulgrana le ganó la partida a su rival en el medio campo, donde el trío Busquets-Rakitic-Iniesta se hizo dueño y señor de la situación desde el primer momento, mientras que a Kroos o Modric solo les quedó correr tras la pelota.

Los de Luis Enrique refrendaron dicho dominio casi de inmediato. Apenas once minutos disputados y la escuadra culé ya mandaba en el electrónico. A partir de ahí, todo fue rodado para los catalanes, que bailaron a los anfitriones llevando peligro constante a la meta de Keylor Navas. Hasta el punto que la grada explotó al filo del descanso, pidiendo la dimisión de Florentino Pérez.

Ni siquiera tuvo efecto el habitual arreón de carácter que suelen tener los blancos en estas ocasiones. El Barcelona paró las ínfulas locales tras el descanso con un gol –el tercero– de antología de Iniesta, mientras el impotente Real Madrid se encontraba una y otra vez con un espectacular Claudio Bravo.

El encuentro estuvo rodeado de espectaculares medidas de seguridad ante el riesgo de un nuevo atentado yihadista, después de lo ocurrido en París y Mali. Antes del partido, se escuchó una versión al piano de La Marsellesa y se desplegó una bandera francesa gigante.