FLL Euskadi: el reto de convertir residuos en recursos

First Lego League (FLL) Euskadi bate este año todos los récords de participación, con 39 equipos y 400 alumnos. Además, otros 14 equipos y cien niñas y niños mostrarán sus trabajos en Junior FLL. El evento se celebrará el 12 de diciembre, de 09.00 a 17.00, en la sede de Euskaltel, en el parque tecnológico de Zamudio. Pueden acudir todas las personas que lo deseen.

Se trata de un torneo internacional que se desarrolla en 80 países y que está dirigido a estudiantes de entre 10 y 16 años. Reta a los equipos a que presenten soluciones innovadoras a una cuestión que afecta a toda la humanidad. El desafío de esta edición es la gestión de residuos.

FLL Euskadi cumple su séptima edición. Es un programa educativo por el que han pasado más de 2.000 alumnos. La responsable, Estibaliz León, resalta que tiene una peculiaridad: facilitan a los equipos sesiones formativas que consisten en charlas, visitas o demostraciones que imparten los centros tecnológicos y otras empresas colaboradoras. Es algo exclusivo, diseñado por Innobasque. Los alumnos han visitado, por ejemplo, el centro Gaiker-IK4, donde han aprendido cómo reciclar y reutilizar los plásticos.

Además de reciclar, buscan maneras más eficientes e innovadoras para convertir los residuos en recursos. El equipo del TecnoClub de Elburgo (elburgofll.blogspot.com.es) está estudiando cómo reutilizar y reciclar los volantes del bádminton y qué otros materiales se pueden utilizar para crear volantes que sean menos contaminantes.

Otro equipo, de la ikastola Lauaxeta de Zornotza, está haciendo un proyecto de recogida y reutilización de los chicles que llenan los suelos de los patios. La idea es convertirlos en tacos para las sillas.

En palabras de León, FLL es un ejemplo de que es posible emocionarse con la ciencia. Y esa emoción se contagia. Participantes declaran que la experiencia les hizo ver la ciencia con otros ojos, como Maite Couto, estudiante de Biotecnología en EHU. «Hizo que me interesaran más las carreras científicas. Es una oportunidad enriquecedora y una de las mejores maneras de aprender jugando rodeada de amigos», comenta.