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Una de cada cuatro organizaciones del Tercer Sector, en apuros de liquidez

Según recoge el «Libro Blanco del Tercer Sector Social», elaborado por el equipo del Observatorio del Tercer Social de Bizkaia, más de un tercio de las organizaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa ha visto decrecer su volumen económico desde el inicio de la crisis en 2008.

Una de cada cuatro organizaciones del Tercer Sector Social en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tiene problemas de liquidez o tensiones de tesorería y más de un tercio (un 38%) ha visto decrecer su volumen económico desde el inicio de la crisis en 2008. Son datos del estudio “Libro Blanco del Tercer Sector Social” que ha difundido Europa Press.

El Tercer Sector Social está integrado por aquellas organizaciones sin ánimo de lucro que –sin perder su función de denuncia y sensibilización– son prestadoras de servicios sociales, educativos, de vivienda o de salud. Pueden trabajar con personas con discapacidad, inmigrantes, con gente mayor, con la infancia y la juventud.

El estudio elaborado por el equipo del Observatorio del Tercer Social de Bizkaia revela que solo un 9% de las organizaciones supera los 1.500.000 euros anuales de presupuesto, mientras que un 31% gestiona 12.000 euros o menos. El volumen económico tiende a ser mayor en los ámbitos de servicios sociales, empleo y cooperación. También en las fundaciones, las organizaciones más antiguas.

Influencia de la crisis

Un 38% de las organizaciones del Tercer Sector en la CAV ha visto decrecer su volumen económico desde el inicio de la crisis en 2008, mientras que un 5% lo ha mantenido y un 57% lo ha aumentado. Entre las entidades que han visto reducir sus ingresos, la media de reducción ha sido del 28,45%, mientras que, entre las que han crecido, el aumento no ha superado el 39% en la mitad de ellos.

Una de cada cuatro organizaciones tiene problemas de liquidez o tensiones de tesorería, mientras que un porcentaje similar se ve afectado por dificultades de acceso a crédito. En concreto, un 18% de las que tienen estos problemas recurre a préstamos personales para resolverlos y algo más de la mitad ha tenido que retrasar el pago a trabajadores.

En general, según se recoge en este “libro blanco”, también se aprecia una tendencia a una reducción de la financiación pública y a un cierto mantenimiento de la privada, algo que se ha constatado sobre todo entre los años 2011 y 2013.