B. Z.
leioa

Legalidad y legitimidad, un binomio en permanente diálogo

El Diplocat organizó ayer en la facultad de Ciencias Sociales y Comunicación de la UPV-EHU un coloquio sobre el derecho a decidir centrado en la constante tensión entre la legalidad y la legitimidad.

Ninguna discrepancia sobre el derecho a decidir de vascos ni catalanes, ni sobre la prioridad de la legitimidad frente a la legalidad. A partir de ahí, los presentes ayer en el auditorio de la facultad de Ciencias Sociales de la UPV-EHU pudieron escuchar matices en una y otra dirección en el coloquio organizado por el Consell de Diplomacia Pública de Catalunya (Diplocat), que juntó en una misma mesa al catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la UNED Ramón Cotarelo; a la profesora de Ciencia Política de la UPV-EHU Jule Goikoetxea; a la profesora de Derecho Administrativo de la Universidad de Santiago (USC) Alba Nogueira, y al catedrático de Filosofía del Derecho de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Josep Maria Vilajosana.

Con la bienvenida del secretario de Asuntos Exteriores y de la UE de la Generalitat, Jordi Solé, y con el también profesor de la UPV-EHU Mario Zubiaga en el papel de presentador, los cuatro ponentes abordaron el derecho a decidir desde diversas perspectivas, centrándose sobre todo en la tensión entre la legalidad vigente y la legitimidad democrática.

Un binomio que «tiene la llave del progreso de las sociedades desde el origen de los tiempos», consideró Cotarelo, quien apuntó que «si todo el horizonte fuese la norma vigente, estaríamos en el neolítico». Sobre el proceso catalán, el profesor madrileño consideró que «al final habrá un choque de legalidades» que solo podrá resolverse con la mediación internacional, «que lo primero que pedirá será un referéndum».

Más centrada en el ámbito político, Goikoetxea consideró que los actuales procesos independentistas provienen de un doble fracaso: del fallido proceso de asimilación de las minorías por parte de estados como el español y, al mismo tiempo, del fracaso de dichos estados a la hora de tratar de representar a dichas minorías. Una situación que la llevó a considerar que «hoy y ahora, para una comunidad nacional, no puede haber democratización sin estructuras estatales; es decir, sin un estado propio».

Regresando al binomio legalidad-legitimidad, y desde una vertiente más jurídica, la profesora Nogueira apuntó que «la ley y la Constitución deberían responder a la voluntad mayoritaria». «Cuando dejan de hacerlo se pierde la legitimidad, y es entonces cuando se impone buscar una nueva legalidad que responda a la legitimidad», añadió.

Por último, Vilajosana pidió a su vez no renunciar al argumentario jurídico, ya que consideró que «hay argumentos para defender que la Constitución permite preguntar a catalanes o vascos sobre su futuro político». «Me fastidia mucho dar esta batalla por perdida», concluyó.