Las encuestas de opinión volvieron a equivocarse. Si algo se ha cumplido en lo que respecta a los sondeos en estas elecciones generales irlandesas es el varapalo a los partidos de la coalición de gobierno que durante los últimos cinco años han impuesto políticas de austeridad.

Aún a la espera de resultados definitivos, que no se conocerán hasta esta noche, o quizás hasta la mañana del lunes, lo que sí está claro es que al menos tres ministros del gobierno no renovarán su escaño en el Parlamento de Dublín. Son el que fuera ministro de Sanidad, James O’Reilly (Fine Gael); el ministro de Energía y Comunicaciones Alex White (Laborista); y el que fuera ministro de justicia, Alan Shatter, aunque el número podría incrementarse con los caídos en las filas laboristas.

Sinn Féin va camino de incrementar su número de diputados. Ha sido el partido más votado en varios de los distritos electorales de Dublín. Sin embargo, la complejidad del sistema electoral irlandés hará sufrir a los candidatos republicanos, ya que a pesar de que muchos han sido los más votados, no han alcanzado el número de votos exigidos, que dependen del número de votos emitidos y el número de escaños en ese distrito. Hasta el momento, cuatro de sus candidatos han sido elegidos (MaryLou McDonald, Peadar Tobin, Brian Stanley y Eoin O’Broin). O’Broin y McDonald fueron los más votados en sus distritos electorales. Gerry Adams, que ha sido el más votado en el distrito de Louth, no será elegido hasta el segundo recuento, ya que sigue esperando a los resultados del segundo conteo para ver si las transferencias de los otros candidatos le ayudan a alcanzar la cuota de su distrito.

El futuro de Fine Gael

Por su parte, Fianna Fail ha superado las expectativas planteadas por las encuestas y se está planteando un empate técnico con Fine Gael. Desde las direcciones de ambos partidos se han levantado voces reacias a un posible gobierno de coalición. Tan es así que desde Fine Gael ya han planteado nuevas elecciones. Sin embargo, existe la posibilidad de un cambio de liderazgo en Fine Gael, donde cunde la insatisfacción ante los resultados que están recibiendo en estas elecciones, en los que estiman perderán 15 escaños. La cabeza de Enda Kenny corre peligro, y su salida del partido podría abrir las puertas a una coalición con Fianna Fail.

Otra posibilidad sería un gobierno de minoría de Fine Gael con el apoyo desde el Parlamento de Fianna Fail, aunque ello significaría cederle el puesto de líder de la oposición a Sinn Féin, algo que no satisface al partido liberal.

Todo queda por decidir. Las transferencias de votos prometen alguna que otra sorpresa.