La delegación de paz de las FARC-EP urgió a consensuar de forma bilateral los mecanismos que garanticen «el desarrollo normativo y jurídico» de los acuerdos alcanzados en La Habana. «Lo convenido no puede quedarse solo sobre el papel como si se tratara de un catálogo de promesas y buenas intenciones. El Acuerdo Final debe gozar del más amplio respaldo del pueblo colombiano y semejante tarea no puede quedar en manos de una parte solo», remarcó el jefe de la delegación, Iván Márquez, al inicio ayer de un nuevo ciclo de conversaciones tras superarse el impasse surgido por la participación de varios negociadores, entre ellos Márquez, en un acto público en el corregimiento de Conejo, en el departamento de La Guajira.

Márquez instó a definir «bilateralmente» el mecanismo de refrendación y mostró la «plena disposición» de la guerrilla para «acordar un cronograma y una hoja de ruta» con el fin de firmar el Acuerdo Final este año.

La canciller colombiana y negociadora plenipotenciaria del Gobierno, María Angela Holguín, también expresó su deseo de que la firma se produzca en 2016. Aunque las partes fijaron el 23 de marzo como la fecha para cerrar el Acuerdo, han admitido que no será posible cumplir ese plazo porque aún quedan temas muy complejos.

Sin embargo, Holguín mostró su confianza en que «2016 marque el fin de un conflicto armado de más de cincuenta años, el más largo del hemisferio occidental», destacó en su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Resaltó que la protección de los derechos humanos «es una condición necesaria para la no repetición del conflicto».