BILBAO ATHLETIC 1

CÓRDOBA 2

El filial es de nuevo colista y se hunde aún más en la tabla. Empató la Llagostera, hoy deben jugar Almería, Albacete y Huesca y el Bilbao Athletic sabrá entonces el daño real de la derrota de ayer, ante un Córdoba que tiró de oficio para defender su renta, que solo el golazo de Aketxe en el minuto 89 puso en aprietos. Lo intentaron los cachorros, y es que esfuerzo y corazón no se les puede negar, volcados sobre la meta andaluza incluso después del lapidario 0-2, pero sin acierto cara a meta. «Se ha decidido en las áreas», resumió Ziganda.

La clave del duelo probablemente radicó en ese minuto casi 20 en el que el Córdoba se adelantó –defendieron «blandito» el córner, se quejó Cuco– cuando quizá dominaba y llegaba aunque sin demasiado peligro el Bilbao Athletic. Remar contracorriente era lo que les tocaba de nuevo a los de Cuco Ziganda, algo que les ha tocado demasiadas veces y a lo que no se sobreponen. Un tanto que dejó algo tocados a los rojiblancos ante un rival que se asentó y ganó en orden, pero que vio cómo Aketxe mandaba un disparo a la base del poste casi sobre la bocina.

Descanso, y a la vuelta Ziganda modifica su habitual esquema de 5-4-1 con Santamaría arriba para meter a Villalibre por Guarrotxena. Intenciones que se venían al traste con el penalti señalado por agarrón de Iriondo a un rival. Fidel no falla desde los once metros y partido muy cuesta arriba. Entró Seguín, acabó jugando el filial con también Jurgi en el campo, los rojiblancos buscaron con ahínco el gol que les albergara esperanzas. Lo tuvo Yeray pero su volea se fue arriba, Razak le paró un gol cantado a Santamaría y al final Aketxe con su zapatazo abrió una insuficiente esperanza. «Jugamos y no parecemos los últimos», defendió su técnico.