«Luces y sombras». Así define el Departamento de Estudios de Laboral Kutxa el primer trimestre de 2016 tras la última encuesta de confianza de los consumidores y las empresas de la CAV, que ha sido dirigida a más de 400 firmas industriales.

Estos tres meses han estado marcados «por la incertidumbre en los indicadores económicos», lo que ha incidido en la confianza de los dos principales agentes de la economía de la CAV: los consumidores, que han acusado una merma de 3 puntos en su confianza, que se sitúa en -7; y las empresas vascas, que apenas reducen su nota, desde 55,4 hasta los 55,3 puntos.

Esta «falta de confianza» es compartida con los hogares de la UE-28 (-5 puntos) y sobre todo con los de Alemania (-6) y el Estado francés (-14), que muestran valores más pesimistas que los registrados en el Estado español (-1) y Gran Bretaña (+2).

Los consumidores vascos son ligeramente pesimistas respecto a la evolución de la economía en su hogar (-6) y su capacidad de ahorro, que se sitúa en el -14 (un punto más que el pasado trimestre). Respecto al mercado laboral, consideran que la situación «seguirá mejorando como hasta ahora» (+1). Mientras, el 72,2% de las empresas considera que el empleo se mantendrá, ante el 18,7% cuyas expectativas pasan por incrementar la plantilla y el 8,7% por lo contrario.

La publicación del informe coincidió con la afirmación del presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, de que «incertidumbre» es la «palabra que define» la actual coyuntura, y apostó por modificar la reforma laboral para introducir una «mayor rigidez» en el mercado laboral.

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, por su parte, volvió a admitir que la economía española ha sufrido una «ligera desaceleración» en los primeros compases del año.