Abdeslam, detenido el viernes junto con otras cuatro personas en un operativo policial en Molenbeek (Bruselas), a escasos metros de su domicilio familiar, compareció dos veces ayer ante un juez de instrucción, que decretó mandato de arresto contra el y le presentó los cargos.

El abogado de Abdeslam, Sven Mary, dijo a la prensa que su cliente colabora con la Justicia belga y admite que estaba en París el 13 de noviembre, pero que se opone a ser extraditado.

Hollande dijo el viernes que París pedirá la extradición de Abdeslam y expresó su confianza en que las autoridades belgas «responderán de la manera más rápida posible». El ministro belga de Justicia, Koen Geens, señaló por su parte que Bélgica es favorable a esa extradición. «Los hechos más graves tuvieron lugar en Francia, así que es normal que Abdeslam sea extraditado», indicó. Precisó que, de hecho, esa extradición era solo «una formalidad».

El abogado de Abdeslam explicó que éste comparecerá el próximo miércoles ante la Cámara del Consejo de Bruselas, que decide en Bélgica si hay suficientes indicios de culpabilidad de un sospechoso en la fase de instrucción para mantenerle detenido.

También fue puesto ayer bajo mandato de arresto Monir Ahmed Alaaj, «Amine Choukri», inculpado de los mismos cargos que Abdeslam. El tercer acusado con cargos y privado de libertad ayer fue Abid Aberkan, por participar en «actividades de un grupo terrorista y encubrir a delincuentes».

Por su parte, Djemila M. fue acusada de encubrir a delincuentes, pero no privada de libertad, y Sihane Aberkan fue liberada sin cargos.

Abdeslam ingresó en la prisión de alta seguridad de Brujas, donde se encuentran encarcelados dos de sus supuestos cómplices, Hamza Attouh y Mohamed Amri, que fueron a recogerle a París en coche tras los atentados de noviembre. En el mismo establecimiento penitenciario se encuentra Mehdi Nemmouche, presunto autor del ataque al Museo Judío de Bruselas el 24 de mayo de 2014.