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Sanders planta cara a Clinton con tres rotundas victorias

El senador por Vermont Bernie Sanders demostró que está dispuesto a presentar batalla a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton en la lucha por la candidatura presidencial demócrata tras sus contundentes victorias del sábado en los caucus de Washington (73%), Alaska (81,6%) y Hawai (70%), aunque la diferencia en el recuento general de delegados siguen siendo importante. Los republicanos, con Donald Trump a la cabeza, no celebraron primarias.

El senador Bernie Sanders consiguió el sábado importantes victorias en los caucus del Partido Demócrata en los estados de Washington, Alaska y Hawai, resultados con los que mantiene la presión sobre la favorita a la candidatura presidencial demócrata, Hillary Clinton.

Sanders no se limitó a ganar las últimas convocatorias del proceso de primarias de cara a la convención de julio del partido, que deberá elegir al candidato demócrata, sino que lo hizo por una amplia ventaja en todos los casos. En Alaska, obtuvo el 81,6% de los votos, frente al 18,4% de su rival y favorita para la nominación, mientras que en Hawai su victoria fue de un 70% frente a un 30% de la exsenadora y ex primera dama. Y en Washington, considerado el «premio gordo» de la jornada por disputarse un mayor número de delegados, el senador por Vermont se adjudicó la victoria con un 73% del apoyo frente al 27% obtenido por Hillary Clinton.

Con estas tres victorias, Sanders sumó 55 nuevos delegados, frente a los 20 de su rival. «Estamos en el camino hacia la victoria (...) Es difícil que alguien diga que nuestra campaña no ha logrado un impulso», aseguró Sanders en Wisconsin, donde seguía haciendo campaña en su esfuerzo electoral ininterrumpido pese a que el proceso de primarias entra ahora en un período de cierta calma.

Aún con estas victorias el senador independiente, que participa en el proceso dentro del Partido Demócrata, se encuentra a gran distancia de Clinton en el recuento de delegados, ya que esta lleva ya 1.712 frente a los 1.004 de Sanders, cuando son necesarios 2.383 para asegurar la elección. Pero la verdadera diferencia son los 469 «superdelegados» –figuras destacadas del partido, que en la Convención dan su apoyo a un candidato sin tener en cuenta las primarias– que han dado su apoyo a Clinton, frente a los 29 con que cuenta Sanders.

En cierta medida, el sistema permite que el aparato del partido tenga un peso definitorio en la elección del candidato para evitar situaciones como la del Partido Republicano, donde Donald Trump, sin apoyo de la dirección, sigue siendo favorito.

Los republicanos no celebraron primarias el fin de semana, pero Trump suma ya 738 delegados, frente a los 463 de su principal rival, el senador Ted Cruz. El aparato confía en que Cruz le plante cara, al menos para evitar que llegue a la convención con los 1.237 delegados que necesita para asegurarse la nominación en la primera votación. Solo quedan en juego 848.

En caso de una convención disputada, sin ningún candidato con mayoría, la convención pasa a ser abierta y casi un 60% de los delegados son libres de apoyar a quien deseen en la segunda votación. En ese caso, podría aparecer un candidato nuevo o resucitar alguno de los que se retiró. Eso permitiría desbancar las aspiraciones de Trump.

En el caso de Sanders, cuyo electorado es más joven e izquierdista que el de Clinton, su objetivo es mantenerse con aspiraciones para las trascendentales primarias del 7 de junio, cuando solo en California se disputan 546 delegados. Mientras, deberá sostener el «impulso» del que ahora hace gala en las primarias que se celebrarán en el Medio Oeste y el nordeste del país en abril, para llegar a junio con posibilidades de volver a demostrar su capacidad de plantar cara a la favorita del partido.

El discurso de Trump incentiva el voto latino

El duro tono contra la inmigración irregular de Donald Trump, sobre todo, pero también la radicalización del discurso de Ted Cruz, se ha convertido en el principal incentivo de los latinos de EEUU para acudir a las urnas, lo que se refleja en el aumento de solicitudes de ciudadanía para poder ejercer su derecho al voto: un 12,64% en el último trimestre de 2015, justo antes de iniciarse el proceso de primarias. Para los hispanos, las elecciones son la oportunidad de buscar un cambio. Y para lograrlo hay que ser ciudadano y registrarse para votar. Ante ese panorama, una coalición de siete organizaciones en defensa de los intereses de los latinos ha lanzado la campaña «Álzate contra el odio», para promover su voto como respuesta a los comentarios «racistas y de odio» de varios aspirantes. «Cuando atacan a la comunidad latina, esta responde», dijo Clarissa Martínez de Castro, del Consejo Nacional de La Raza, la mayor asociación en defensa de los latinos, el 24,14% de los cuales sobrevive bajo el umbral de la pobreza.GARA