Arnaitz GORRITI
LIGA ACB - LABORAL KUTXA BASKONIA

Cazados por «Moriarty» Vidorreta

Un parcial de 28-8 en el segundo cuarto condenó a un Baskonia que encadena cuatro derrotas en la ACB.

IBEROSTAR TENERIFE 93

LABORAL K. BASKONIA 80


Hay días que no son para la magia ni la épica, sino para ponerse el mono de trabajo... o atenerse a las consecuencias. El triplazo de Bertans y los posteriores llantos madridistas llenaban de imágenes y sonidos celestiales los ojos y oídos baskonistas... antes de viajar a La Laguna y vérselas con el Iberostar Tenerife del «doctor Moriarty» Vidorreta.

Sí, hace años que Txus Vidorreta forma parte como «villano» en el imaginario baskonista, y el propio tecnico de Indautxu ha alimentado esa figura icónica con su buen hacer. Porque, sí, Txus Vidorreta tiene arranques efectistas y sus equipos no son precisamente la alegría de la huerta, pero el preparador bilbaino sabe lo que se hace, y además, parece disfrutar hincándole los colmillos al lomo gasteiztarra, que ya encadena cuatro derrotas en la Liga ACB.

Y en esa tesitura de subidón gasteiztarra y la maquiavélica mente del de Indautxu, Laboral Kutxa Baskonia volvió a morder el polvo ante un Iberostar Tenerife que ya salió a hombros y triunfante de Zurbano en la primera vuelta. La falta de tensión defensiva y una evidente fatiga tras el esfuerzo y las tensiones liberadas el viernes ante el Real Madrid dejaron más huecos de los deseables ante un rival con jugadores muy astutos. A golpe de triple, Laboral Kutxa Baskonia aguantaba el primer asalto, aunque una jugada final de Davin White dejaba el primer cuarto, de tanteo, en 23-21.

Claro que el base suplente de Iberostar Tenerife inauguraba un parcial de 11-0 con el que el marcador registraba el primer susto: 31-21. Perasovic, desesperado por la floja defensa de los suyos, metió a Ilimane Diop, y con el gasteiztarra de Dakar las cosas se fueron arreglando un poco, amén de que Nico Richotti debió abandonar la cancha maltrecho, después de chocarse con la cadera de Davis Bertans.

Pero ni así salieron las cosas, porque el ataque gasteiztarra era cualquier cosa menos fluido. Los jugadores sin balón pecaban de falta de actividad, o quizas es que quien agarraba el balón buscaba la canasta y punto –9 asistencias en total–. Además, las veces en los que Perasovic intentaban correr, los tinerfeños evitaban las contras con faltas tácticas que obligaban a los baskonistas a empezar de cero.

Así, los de Vidorreta fueron coleccionando robos y rebotes para terminar el cuarto con un triple de Sekulic para cerrar un pesadillesco segundo asalto con un espléndido parcial de 28-8, y 51-29 en el marcador.

Reacción tardía

No llegó la sangre al río, pero tampoco hubo opción real de remontada. Los de Perasovic se llevaron la segunda mitad por 42-51, pero la reacción baskonista llegó demasiado tarde.

Lo cual fue degenerando el duelo en un correcalles, con Darius Adams maquillando sus números en los ultimos minutos. El marcador llegó a situarse 75-64, en una racha triplista de los gasteiztarras. Pero la firmeza de Richotti y Davin White desde la línea de tiros libres sofocaron la rebelión baskonista, que además volv&bs;ía a encajar un número preocupante de puntos.