N.M.
OSASUNA

El Elche mide el reto de ganar todos los envites caseros que restan

Osasuna está mentalizado de que los cinco encuentros que le restan por disputar en El Sadar tienen que ser el trampolín para confirmar sus opciones de ascenso, por las que ha peleado durante toda la temporada. Y el Elche, que ahora mismo pugna por los mismos objetivos, va a ser el primer obstáculo que se interpone en el camino.

Los rojillos, que no pierden en su estadio desde noviembre, pero que solo han conseguido dos victorias en sus últimos ocho encuentros caseros, se miden a un adversario que llega imbatido en las últimas cinco jornadas y que tiene entre sus filas al pichichi de la categoría, Sergio León. No obstante, los locales cuentan con una baza importante, que no es otra que el regreso de Mikel Merino, después de tres partidos en el dique seco por una lesión muscular.

La escuadra navarra, que echa mucho de menos a su mejor joya de la cantera –el equipo ha perdido en los seis envites que ha faltado–, recupera así a uno de sus timones fundamentales, que será de la partida en lugar del lesionado Manuel. Los ilicitanos son un rival bastante propicio para los intereses rojillos cuando se juega en Iruñea. De las doce ocasiones en las que lo ha hecho, en siete los puntos se han quedado en casa; solo en dos oportunidades se ha producido un triunfo visitante.