El Ibex alargó la racha alcista a cinco días y se alejó del riesgo de hundirse hacia los mínimos del año, por debajo de los 8.000 puntos. En la jornada de ayer, pudo añadir un 0,46% a la reacción emprendida el viernes pasado. Hoy saldrá con 8.861,50 puntos, por lo que suma un 6,86% desde el giro al alza. En el resto de las plazas europeas el comportamiento era bastante similar. París se apuntó un 0,47%; Fráncfort, un 0,67%; y Londres, el más rezagado, un 0,03%.

Como cada día, los inversores prestaron atención a la evolución del precio del crudo, que se mantuvo en niveles de máximos anuales, y los datos macroeconómicos, sobre todo a los de Estados Unidos. De momento, pese a la debilidad de su crecimiento, sigue dando más paladas de cal que de arena. Así, las peticiones semanales de desempleo salieron por debajo de lo esperado, mientras que el presidente de la Fed de Atlanta hacía pública su intención de no avalar una subida de tipos de interés en el corto plazo. Si algo falló ayer para completar un marco del todo favorable fue el ámbito empresarial. Los beneficios de Bank of America y Wells Fargo se redujeron un 18% y un 7%, respectivamente, en comparación con el primer trimestre del año pasado.

Dentro del Ibex, brillaron entre los ganadores Ferrovial (+3,84%) y Bankia (+2,52%). Por detrás terminaron Gamesa, Caixabank, Sabadell, BBVA y Sacyr al anotarse más de un 1%. En el lado de los perdedores, los peor parados fueron Abertis, Acerinox y Técnicas Reunidas, que bajaron más de un 1%. En París, las mayores subidas correspondieron a Nokia (+2,30%), Sanofi (+1,71%) y Vinci (+1,45%), mientras que Sodexo, en el Cac desde el 21 de marzo, perdió un 3,14%, pese a mantener sus objetivos para este ejercicio.