Imanol CARRILLO
BARAKALDO

EH Bildu propone crear un fondo de rescate para empresas de Ezkerraldea

Cargos públicos de la coalición abertzale presentaron ayer un plan de emergencia industrial para la comarca de Ezkerraldea con el objetivo de rescatar a las empresas en riesgo y tomar medidas para la reconversión de negocios en el nuevo modelo productivo. El fondo de inversión industrial estaría dotado de 800 millones de euros anuales.

El parlamentario de EH Bildu Iker Casanova, acompañado por el juntero Joseba Gezuraga y representantes de los municipios de Ezkerraldea (Barakaldo, Sestao, Portugalete y Santurtzi), ofrecieron ayer una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Barakaldo para presentar el “Plan de Emergencia Industrial para la Margen Izquierda”.

Antes de explicar los detalles del plan, recordaron que hace años «nos vendieron» la reconversión industrial «como la panacea». Sin embargo, según datos del Eustat recopilados por EH Bildu, desde 2009 «han desaparecido en Ezkerraldea más de 140 grandes, medianas y pequeñas empresas en el sector industrial». Todo esto, según la coalición abertzale, ha traído consigo «la destrucción de más de 5.000 puestos de trabajo» en la comarca, dejándola en una «situación de emergencia».

Es más, Ezkerraldea se ha convertido en la comarca con los datos de paro, precariedad y exclusión social «más altos de Euskal Herria». Según las cifras de desempleo ofrecidas por el Eustat en el mes de marzo, en Barakaldo hay 8.690 desempleados; en Santurtzi, 4.170; en Portugalete, 3.781; y en Sestao, 3.176.

A esto hay que sumarle «la gravísima situación» en la que se encuentran «muchas empresas» de la comarca, tales como Productos Tubulares de Trapagaran o la Acería Compacta de Bizkaia (ACB) de Sestao, perteneciente a Arcelor Mittal y «buque insignia de esa mal llamada reconversión industrial», subrayaron desde EH Bildu.

«Desierto industrial»

Para la coalición abertzale, todo esto demuestra que Ezkerraldea «ha pasado de ser tractor económico de Euskal Herria y del Estado a ser un desierto industrial y paraíso de grandes superficies comerciales, precariedad y desempleo».

De esta manera, el plan propuesto por EH Bildu contaría con un fondo de inversión industrial dotado con 800 millones de euros anuales y estaría financiado en un 60% por las instituciones y el otro 40% por las entidades financieras.

El fondo estaría destinado a salvar a aquellas empresas viables que se encuentran en una situación de riesgo y para la promoción y reconversión de empresas industriales basadas en el nuevo modelo productivo. Es decir, «en la innovación, el desarrollo y la sostenibilidad ambiental y energética».

En ese sentido, otro de los puntos del plan se basa en la creación de «un gran Pacto Social» para que en los próximos cinco años, y de manera progresiva, la inversión anual que se realice en el apartado del I+D+i, tanto pública como privada, llegue al 3% del Producto Interior Bruto (PIB), equiparándolo de esta manera a la media europea.

De hecho, los últimos datos facilitados por el Eustat –en noviembre– muestran que la inversión en actividades de I+D sigue descendiendo en la CAV, hasta caer por debajo del umbral del 2% del PIB en 2014, al igual que en Nafarroa, donde se quedó en el 1,75%. Estos datos se alejan del objetivo de la Unión Europea de invertir ese 3% de su PIB en este ámbito para 2020.

Por último, EH Bildu entiende que para hacer frente al «problema de la dependencia energética son necesarios unos servicios de asesoría dirigidos a las empresas e implementar nuevas estrategias».

El plan, abierto al debate

La propuesta, abierta al debate, «solo requiere de compromiso y de voluntad política», señaló la coalición abertzale, que mañana se reunirá con el comité y las contratas de la ACB para presentarles el plan, y en las próximas semanas harán presentaciones a distintos agentes sociales y económicos de Ezkerraldea.

Ortuzar: «Las multinacionales no tienen corazón»

Entrevistado en el programa “En Jake” de ETB, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, hizo referencia ayer a la difícil situación de algunas empresas como las de Arcelor en Zumarraga y Sestao. En ese contexto, dijo que en la crisis de los años 90 el PNV defendía la privatización de empresas públicas y que había que «buscar gente de fuera y multinacionales muy fuertes para que no nos vuelva a pasar», pero ahora asume que ese modelo «también tiene sus pegas»: «Te pasa esto de las deslocalizaciones… y las multinacionales no tienen corazón, no tienen patria».GARA