Jon ORMAZABAL
Pelota

Iker Irribarria no tuvo piedad de un Jaunarena menor

El de Arama, ante un rival que se dejó llevar a la primera adversidad, refrendó todo su potencial antes de medirse a Aimar Olaizola por las semifinales

JAUNARENA 2

IRRIBARRIA 22


La pelota podría tomar prestada la frase de Jorga Valdano que habla de que «el fútbol es un estado de ánimo» y emplearla para tratar de explicar el 2-22 con el que Iker Irribarria destrozó a Jon Jaunarena en Soria y con el que se enfrentará Aimar Olaizola el sábado que viene en Donostia por un puesto en semifinales de su primer Manoma- nista en Primera.

«Te dan ganas de dejarlo todo», «estoy un poco asqueado de volver a ofrecer una imagen tan lamentable» o «vergüenza» fueron las palabras que un Jaunarena destrozado logró articular tras una derrota de las que hacen muchísimo daño en un pelotari cuya moral y confianza están dañadas desde hace mucho tiempo. Llamado a hacer grandes cosas hace apenas cuatro años, cuando se caló las tres txapelas del Promoción, el de Leitza no ha sabido adaptarse al juego agresivo que se estila hoy en día, apenas ha gozado de oportunidades por parejas entre los grandes los últimos años y la presión le hizo hundirse ante la primera adversidad ante un Iker Irribarria que, hoy por hoy, es la otra cara de la misma moneda.

Inicio demoledor

El de Arama atropelló con su velocidad al de Leitza en el primer tanto, le endosó cuatro saques consecutivos y acabó con la resistencia de Jaunarena en apenas siete pelotazos, que fueron los que entre ambos habían cruzado cuando el marcador ya señalaba un alarmante 5-0.

Las cosas, sin embargo, sí que podían ir a peor para el pelotari navarro que no levantó cabeza. Su rival tampoco le dejó, ya que volvió a demostrar esa descomunal potencia con la que se deshizo de Iker Arretxe en la primera eliminatoria. Además, redujo a la mínima expresión esos errores que dieron vida al de Luzaide la semana pasada y el partido se convirtió en un simple trámite para el delantero goierritarra. Solo se equivocó en un saque-remate en 1-12, en el que se vendió y Jaunarena le pasó por encima.

Pero no pasó de anécdota, porque además de acertar en el saque y su potencia, Iker Irribarria también supo buscar el gancho de zurda, acertó en sus remates y obtuvo un triunfo mucho más cómodo de lo que hubiera esperado. De hecho, los dos pelotaris habían entrenado juntos alguna vez para preparar este campeonato y en ninguno de ellos la diferencia había resultado tan abismal como en el partido de ayer. Es más, hubo resultados de todo tipo entre los dos pelotaris que tuvieron una vuelta de Soria muy distinta.

Irribarria parece haber cogido la ola buena y hasta poder poner en aprietos a todo un Aimar Olaizola que seguro lo exigirá mucho más ha dejado de ser una quimera en su primera participación en el Manomanista de Primera. Por contra, el viaje de vuelta de Soria a Leitza fue, seguramente, el más largo de su carrera deportiva para Jon Jaunarena. Al margen de los casi 240 kilómetros de trayecto, da la sensación de que la sucesión de decepciones están haciendo mella en un pelotari que no ha tenido la evolución que de él se esperaba.

Otros dos jóvenes que sí parecen estar haciéndose un hueco entre las primeras espadas, Altuna III y Víctor, cerrarán la segunda jornada esta tarde en el Beotibar tolosarra. El de Amezketa llega a este Campeonato bastante desencanchado tras problemas físicos en ambas muñecas, mienras que el campeón del Promoción del año pasado tuvo que exprimirse para deshacerse de Elezkano en el partido más igualado y equilibrado de lo que llevamos de torneo.