,Natxo MATXIN
CHAMPIONS

Se impone el estilo colchonero

Los de Simeone se adelantaron muy temprano y defendieron su ventaja con uñas y dientes, pese al acoso al que fueron sometidos.

AT. MADRID 1

BAYERN MüNICH 0


Muy a su estilo, el Atlético golpeó primero en una segunda semifinal que fue infinitamente más intensa que la primera y en la que el Bayern no encontró el camino del empate, unas veces por la muralla colchonera y otras por falta de definición en los metros finales. Ya todo el mundo aguarda a la vuelta, que se aventura apasionante.

Pese a ser conocidos de antemano los guiones con los que se iban a manejar ambas escuadras, el Atlético consiguió sorprender al Bayern casi de inicio con una sensacional jugada individual de Saúl, que se marchó de todo el que se puso en su camino y batió al mejor portero del mundo con un disparo colocado a la base del poste, en el que pegó el balón antes de entrar en las redes.

Imposible mejor coyuntura para los locales, que apostaron por atrincherar su medular con Augusto Fernández en detrimento de Carrasco, mientras Guardiola optaba por sacar de inicio a Coman en lugar de un renqueante Ribery. Con el tempranero 1-0, el encuentro entró en la lógica futbolística derivada de la personalidad de cada uno de los equipos. El conjunto alemán pasó a disponer del control de la pelota y los anfitriones, bien pertrechados atrás, a salir rápidos a la contra.

Así las cosas, la apisonadora bávara, más incómoda de lo habitual por la incansable presión colchonera, comenzó a rondar los dominios de Oblak, aunque sin generar ocasiones excesivamente peligrosas. La más intranquilizadora para los intereses rojiblancos, una falta lateral directa de Douglas Costa que acabó en el lateral de la red. Sin embargo, fue Griezmann quien más miedo llevó en una réplica que desbarató el pie de Neuer.

El Bayern, impotente

El cuadro teutón salió tras el descanso dispuesto a conseguir las tablas por la vía rápida y ahí parecieron llegar los momentos de más agobios para el Atlético, si no fuera porque los de Simeone saben manejarse a las mil maravillas parapetados en su campo. El Bayern lo intentó por activa y por pasiva. Con chutazos desde larga distancia, como el trallazo que se sacó Alaba en el 54 y repelió el travesaño, con lances a balón parado –cabezazo de Javi Martínez a saque de esquina tres minutos más tarde–, o con una colada de Lewandowski que finalizó en tiro demasiado cruzado.

Todo fue en vano. Cuando el Atlético se pone en modo frontón es imposible. Oblak contribuyó con una estirada a pepinazo de Vidal, pero curiosamente fueron los locales quienes más cerca estuvieron del 2-0, cuando el palo repelió una contra culminada por Fernando Torres.