Las tareas de gestión de una empresa provocan más de un quebradero de cabeza en algunos emprendedores que vienen de perfiles más técnicos o alejados de estas tareas. Basándose en su propia experiencia Joseba Barrera, Carlos Escudero y Sergio Oteiza decidieron crear Clucom, una aplicación online que simplifica e integra entre sí herramnientas básicas para la gestión de la relación con el cliente o tareas como la facturación o controlar las retenciones aplicadas. Ésas son algunas de las posibilidades que ofrece por 13,90€ al mes, todas destinadas a responder las necesidades de autónomos, microempresas de servicios o que trabajan por proyectos. Barrera indica que se dirigen principalmente a quienes aún no utilizan este tipo de sistemas, ya que «es muy difícil que cambien, porque sus datos ya están ahí».

Iniciaron el proyecto en 2014 aplicando su idea en una maqueta funcional, que si bien no se basaba en la tecnología que utilizarían posteriormente, sirvió para testear el mercado y ver si tenía futuro. También se la presentaron a diversas instituciones y en varios concursos. Así, el centro de empresas e innovación de Bizkaia BEAZ les cedió una oficina durante 18 meses para desarrollar el producto y el Centro de Empresas e Innovación de Araba CEIA les orientó y tuteló. Gracias a su consejo solicitaron una ayuda Ekintzaile de la SPRI, que les fue concedida. La misma les permitió costear gastos que les hubieran hecho plantearse la viabilidad del proyecto. Barrera calcula que han invertido unos 20.000 euros en el negocio, además de innumerables horas para llevarlo a cabo.

Optaron por una platafórma online, clucom.com, porque era la única manera para que fuera «rentable y accesible a todo el mundo», apunta Barrera. Sin embargo, eso supuso un desarrollo mucho más complejo, para que pudieran realizar cambios sin poner en peligro los datos de los usuarios. Utilizaron tecnologías y metodologías lean –ágiles– que se centran en atender las sugerencias de los usuarios y desarrollar la herramienta en base a sus necesidades. Ellos pusieron un canal de feedback y fueron discriminando, implementando y desplegando nuevas opciones. La adaptabilidad es una de las principales ventajas de Clucom y la seguridad una de las prioridades.

Tras dos años de desarrolló y completada la fase beta, Clucom empezó a comercializarse el 1 de enero. Habían constituido la sociedad limitada en julio para poder abrir la versión beta. Ahora están empezando a facturar a los primeros clientes. No lo han publicitado, pero gracias al boca a boca ya tienen usuarios registrados. Admite Barrera que «creemos que cubrimos una necesidad porque hay empresas que pagan por ello». Su idea es llegar a acuerdo con asociaciones o actores que aglutinen a muchas empresas, para llegar más rápidamente a sus usuariospotenciales. También están desarrollando un perfil que permita a los clientes autorizar a su gestoría para que vea sus datos y pueda realizar trámites sin necesidad de que les remitan la documentación necesaria.

Los tres socios tienen un trabajo a parte de Clucom y le han dedicado el tiempo que podían. La experiencia está siendo en palabras de Barrera «dura y difícil». Prefieren planteárselo día a día y tener presente que «es posible que fracasemos, pero nos gusta lo que hacemos y hemos aprendido un montón». Aunque tienen mucho camino por recorrer en el mercado estatal, ya han empezado a abrir vías para su internacionalización. De la mano de la red ELAN liderada por Tecnalia pudieron viajar a Perú en busca de un socio comercial y en breve repetirán experiencia en Argentina.

La falta de conocimiento sobre la «nube» crea desconfianza

La protección de los datos de sus clientes es de vital importancia para las empresas y depositarlos en una aplicación online les suele crear desconfianza. Joseba Barrera socio de Clucom opina que esto se debe al desconocimiento sobre la nube. Explica Barrera que «tenemos la falsa creencia de que los datos están más seguros en el servidor de la empresa que en la ‘nube’. Están seguros donde el que tiene que controlarlos los controle. Hay empresas potentes con muchos clientes que no tienen un administrador de sistemas de gestión de la seguridad. Están conectados a Internet a través de un router y probablemente tengan wifi. Están en la ‘nube’ aunque no lo crean».