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BILBO

Begos: «En el cine de terror hay mucho actor de tres al cuarto»

El joven cineasta estadounidense Joe Begos opina que en el cine de terror actual hay muchos actores «de tres al cuarto», por lo que para llevar a cabo su segunda película, «The Mind’s eye», se ha rodeado de grandes actores del género indie. Presenta el film en Fant.

Jose Begos (Rhode Island, EEUU, 1987) presentó ayer en Bilbo su segundo largometraje, “The Mind’s eye”, en la sección oficial del festival de cine fantástico Fant, donde el año pasado ya participó con su primera película, “Almost Human”.

La nueva película, interpretada en sus principales papeles por Graham Skipper, John Speredakos, Jeremy Gardner y Lauren Ashley Carter, es un «brutal y sangriento» trabajo sobre un demente doctor especializado en telequinesia, con el que ganó el premio al mejor director de cine de terror del festival internacional de Toronto 2015.

Begos fue cuestionado en la rueda de prensa por el reparto de la película en cuanto los papeles principales recaen en actores relevantes del cine indie, ante lo que el director estadounidense defendió su trabajo y mantuvo que quiso rodearse de ellos porque en el género de terror «hay muchos actores del tres al cuarto; no son actores de mucha habilidad en el plano interpretativo».

«Tampoco quería estrellas de cualquier tipo en la película porque las condiciones del rodaje iban a ser, como así pasó, bastante duras y no quería encontrarme con actores que me fueran a causar problemas al rodar en temperaturas bajas extremas y condiciones desfavorables», agregó.

Señaló que sus referencias a la hora de hacer su película han sido los trabajos del escritor y cineast a Michael Crichton, porque le gusta el carácter científico que aplica a las historias que cuenta, y también “Rambo”, porque el personaje central «está fuera de la sociedad, absolutamente desconectado de todo».

Estética ochentera

Mantuvo que sus dos películas, “Almost Human” y “The Mind’s eye” están ambientadas y rodadas con la estética de los años 80 porque cree que al hacerlo así consigue que la película sea «atemporal». «Es como si no se pudiera encajar en un tiempo determinado. Hay películas rodadas en 1989 que si las ves ahora son actuales, no han perdido nada en este plazo de tiempo», señaló.

Opinó, en este sentido, que el cine actual «utiliza mucha tecnología y si ves una película a los seis meses de rodada, ya está pasada de moda». También criticó el cine de terror que se hace hoy en día porque «la mayoría de las películas del género son cuatro personas metidas en una casa encantada en la que hay fantasmas y punto», y afirmó que tras la brutales y sangrientas escenas de su película hay «mucho trabajo y mucho tiempo de preparación de los efectos especiales que se van a utilizar», de tal forma que «todo lo que estaba previsto en el guion que pasase, ocurre».

«No se ha cortado ninguna escena e, incluso, se han hecho añadidos, lo que es mérito de mis colaboradores en efectos especiales», precisó.

Preguntado por la protagonista femenina del largometraje, Lauren Ashley Carter, el director estadounidense aseguró que «es una gran profesional que siempre da lo mejor de sí misma, sin titubear, y me sorprendería muchísimo que no llegue a convertirse en la nueva reina de la gran pantalla».

Reconoció que ser el productor, director y guionista de sus películas le da mucha libertad a la hora de desarrollar los largometrajes y narró que, en el caso de este segundo trabajo se lo ofreció a varias productoras, pero que le empezaron a poner pegas y a pedirle cambios, de tal manera que al final decidió hacerla con sus propios medios, reduciendo bastante el presupuesto. Señaló, a este respecto, que en el futuro pretende a seguir este mismo esquema de trabajo porque le da bastante libertad creativa. Respecto a esos proyectos de futuro, adelantó que tiene un par de ellos en la cabeza: «Uno de ellos es una película brutal sobre un campamento de verano».

El segundo, que rodaría con Mickey Keating, director de “Pod”, una cinta de terror de 2015, abordaría el tema de los viajes en el tiempo, pero ambientada en Blade Runner, «lo que quizás costaría un poco más de lo presupuestado», ironizó.

«También me encantaría hacer la típica película épica sobre un hombre lobo. Este es mi sueño, pero quizás necesitaría un presupuesto de unos 20 millones de dólares», concluyó.