El Supremo rechaza el recurso final de Rousseff antes de la votación
El Supremo Tribunal Federal de Brasil rechazó ayer el último recurso presentado la víspera por el Gobierno de Dilma Rousseff para intentar detener el proceso que busca su destitución. El vicepresidente, Michel, Temer, empezó a confeccionar su posible Gabinete y el Partido de los Trabajadores anunció que hará una «oposición durísima».

La máxima corte de Brasil, el Supremo Tribunal Federal (STF), rechazó ayer el último intento del Gobierno de Dilma Rousseff de frenar el proceso de impeachment e impedir en el Senado la votación sobre el inicio del juicio político para la destitución de la presidenta al denegar el recurso que pedía la nulidad de todo el proceso por supuestos vicios de origen y autorizar que el caso continúe.
El STF argumentó que los alegatos de que el expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha actuó por venganza están basados en informaciones periodísticas que pueden ser muy fácilmente contestadas y recordó que sus actos fueron avalados en diferentes instancias del Congreso.
Horas antes, el presidente del Senado, Renán Calheiros, rechazó una petición del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) para que la sesión fuera suspendida a la espera de la decisión del Supremo, y pidió a los senadores al inicio del pleno que dejaran de lado disputas regionales y partidistas y celebraran un debate «serio y rápido» que, según todos los pronósticos, se esperaba que acabara con la destitución automática de Rousseff, al menos durante los 180 días que dure la investigación.
Tras pasar el día en el Palacio de Alvorada, sede presidencial, la presidenta tenía previsto trasladarse por la noche (madrugada en Euskal Herria) al Palacio de Planalto –sede del Gobierno– para aguardar junto a sus ministros, recluidos allí, la decisión de la Cámara Alta.
Justo antes de que comenzara la sesión en el Senado, Calheiros advirtió de que «el proceso de impeachment, enraizado en nuestra historia, es largo y traumático y no tiene resultados inmedia tos». Pero justificó su utilización en aras a lograr «mejorar las instituciones y ayudar a la democracia, una frágil planta que necesita ser regada todos los días».
Calheiros pertenece al PMDB, el mayor partido de centroderecha y que lidera el vicepresidente del Gobierno, Michel Temer, antiguo aliado y ahora enemigo de Rousseff, a quien sustituirá de forma interina en caso de destitución temporal. Asesores de Temer empezaron a filtrar los nombres de algunos de los que serán sus ministros, la mayoría del PMDB pero también de otras formaciones, como el PSDB, hasta hace poco líder de la oposición, un equipo que buscará reactivar la economía con recortes de gastos y un programa fiscal espartano que guste a los mercados.
Si los movimientos de Temer ya anticipaban la destitución temporal de Rousseff, desde el PT avanzaron que se opondrá a cualquier Gobierno encabezado por el hasta ayer «número dos» al considerar que «es fruto de un golpe» de Estado.
«Ahora nos preparamos para hacer una oposición durísima en los próximos días porque no reconocemos a Temer como presidente», señaló el PT.

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