Adel ZAANOUN
Gaza

LOS YIHADISTAS EMBAUCAN A LOS JÓVENES DE GAZA SIN DINERO NI FUTURO

La miseria y la falta de expectativas a la que se ven abocados los jóvenes en la bloqueada Franja de Gaza están abonando una tierra en la que intentan cosechar los grupos yihadistas afines al ISIS, cuya presencia e influencia Hamas trata de controlar.

Los grupos afines a la organización yihadista Estado Islámico (ISIS) intentan reforzar su implantación en la Franja de Gaza aprovechándose de la desesperación de los jóvenes &bs;palestinos en este territorio bajo bloqueo israelí. Pero al mismo tiempo evitan entrar en conflicto abierto con los dirigentes del enclave, los islamistas de Hamas, afín a los Hermanos Musulmanes pero que no llama a la guerra santa o yihad.

Gaza fue escenario la semana pasada de los primeros enfrentamientos armados directos entre Israel y Hamas desde la guerra de 2014, lo que ha avivado un temor generalizado a un nuevo conflicto.

La presencia de yihadistas es uno de los ingredientes de un cóctel explosivo, alimentado asimismo por la miseria, el bloqueo y las divisiones internas. Una presión sobre Hamas que podría desembocar en la cuarta guerra desde 2008.

En el pasado, el Movimiento de Resistencia Islámico reprimió duramente a los yihadistas que amenazaban su autoridad: destruyó sus mezquitas y eliminó a sus líderes.

Los dirigentes salafistas yihadistas afirman contar con 3.000 militantes, una cifra imposible de verificar.

Según el politólogo Asaad Abu Sharaj, «algunos grupos utilizan el calificativo de Estado Islámico y reivindican la ideología yihadista para atraer a jóvenes todavía adolescentes y sin esperanza» en Gaza, donde el índice de desempleo roza el 45%.

Desde el año 2006, este territorio se encuentra sometido a un férreo bloqueo israelí. Ese año, Hamas ganó las elecciones legislativas palestinas, pero fue privado de su victoria. Pero se hizo con el poder en Gaza tras un enfrentamiento con Al-Fatah.

Algunos miembros del brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedine al-Qassam, consideraban que la participación en los comicios quebrantaba el islam, por lo que abandonaron el movimiento y fundaron grupos yihadistas a los que aportaron su experiencia militar.

Fue el caso de Abu al-Ina al-Ansari, uno de los líderes de los Jóvenes Salafistas Combatientes, que figura entre los principales grupos yihadistas gazatíes. «La prioridad es el combate contra los judíos en Palestina, aunque el objetivo estratégico sea la instauración de la ley islámica en el mundo», declara en un encuentro con AFP para el que toma muchas precauciones porque se siente vigilado. A su juicio, doscientos gazatíes, algunos de ellos pertenecientes a su movimiento, se unieron a las filas del ISIS «a pesar de los intentos de Hamas de impedírselo».

La mayoría utilizaron los túneles que conectan Gaza y Egipto. Otros aprovecharon las aperturas, con cuentagotas, del paso de Rafah, en la frontera con Egipto.

Una «enorme explosión»

Egipto acusa a Hamas de apoyar a la insurrección yihadista que está ensangrentando la península del Sinaí, colindante con Gaza, desde el golpe de Estado que derrocó al presidente islamista Mohamed Morsi. Eso le ha servido de pretexto para destruir cientos de túneles y crear una zona tapón en la frontera común.

Por delante de Siria, Libia o Irak, el verdadero enemigo es Israel, afirma Abu Sayaf, comandante militar de otro movimiento salafista. «Nuestra prioridad, por ahora, es reforzar las capacidades militares de los combatientes para matar a los judíos, enemigos de Dios», asegura. «No queremos un enfrentamiento con Hamas, pero no dudaremos en combatir a cualquiera que se ponga delante de nuestros combatientes», añade.

El año pasado, Hamas llegó a un acuerdo con los movimientos yihadistas. A cambio de la liberación de alrededor de un centenar de encarcelados, estos grupos aceptaron respetar la tregua con Israel y no atacar a las instituciones palestinas o extranjeras.

Con cierta frecuencia, algunos grupos disparan cohetes contra territorio de Israel, lo que provoca represalias israelíes y deja malparado el alto el fuego que Hamas considera conveniente respetar, al menos por el momento.

Los expertos no descartan enfrentamientos armados entre Hamas y los yihadistas si los lanzamientos de cohetes prosiguen. Los salafistas yihadistas amenazan a Hamas en vídeos colgados en internet. Algunos reivindicaron disparos de obuses.

«Hemos respetado nuestros compromisos, pero Hamas no lo ha hecho, ha detenido de nuevo a algunos de nuestros combatientes», asegura Abu al Ina.

Mahmud Zahar, un dirigente de Hamas, afirma que las autoridades intentan «hacer entrar en razón» a los salafistas encarcelados, pero se ven obligadas a emplear la fuerza frente a las agresiones. Algunos yihadistas «planeaban matar a sus vecinos», acusa Zahar. Si Hamas no hubiera intervenido, se habría producido «una enorme explosión», sostiene.

Sobre sus vínculos con el ISIS, Abu al-Ina al-Ansari afirma que se trata «de un intercambio de ideas, pero no son organizativos». Sin embargo, «hacemos nuestro el mensaje claro transmitido por el Estado Islámico al Occidente impío: ‘Detengan los ataques, pararemos los ataques’».