El derbi de Segunda tendrá un escenario de Primera, como es el estadio de San Mamés. El césped de La Catedral se despedirá por esta temporada –se deben hacer obras para reducir el número de espectadores que se moja cuando llueve–, pero podría certificar el descenso del Bilbao Athletic, que acomete el encuentro a doce puntos de la salvación con solo cinco jornadas por disputarse. Osasuna, en cambio, contará con el aliento de 3.000 aficionados en su camino por mantener opciones de ascenso directo a la máxima categoría del fútbol estatal.

El técnico rojillo, Enrique Martín, ha convocado a 20 jugadores y cuenta con las importantes altas de Mikel Merino y Roberto Torres, dos jugadores claves, aunque este segundo ha tenido molestias musculares durante esta semana. El míster también recupera al delantero Kenan Kodro, pero se caen de la lista los lesionados Oier y Nino.

Martín es prudente, aunque recalcó que «tenemos que disfrutar del partido, el estadio, la afición y trabajar el partido con intensidad». En el banquillo local estará un Ziganda con pasado osasunista y que quiere ofrecer una buena imagen a sus seguidores. Eso sí, contará con numerosas bajas, por lo que ha tenido que echar mano de varios juveniles.