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Armenia y Azerbaiyán negocian sobre Nagorno-Karabaj en Viena

Armenia y Azerbaiyán han comenzado a negociar, bajo tutela de EEUU, Rusia y el Estado francés, cómo rebajar la tensión que ha llevado a la última escalada bélica en Nagorno-Karabaj. Moscú espera que el encuentro en Viena sirva para acercar una solución al conflicto.

Rusia, EEUU y el Estado francés intentaban ayer mediar para convencer a los presidentes armenio y azerbaiyano de que consoliden la frágil tregua en la región de Nagorno-Karabaj, donde las tensiones aumentaron el mes pasado con combates y 110 víctimas mortales.

Los presidentes armenio, Sege Sarkisian, y azerbaiyano, Ilham Aliev, tenían previsto reunirse al comienzo de la noche en un hotel de Viena con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Harlem Désir, después de sendas reuniones por separado de Kerry con ambos.

La OSCE subrayó la urgencia de «reducir las tensiones a lo largo de la línea de demarcación». Los combates de abril fueron los peores enfrentamientos desde el cese el fuego alcanzado en 1994, tras una guerra que causó 30.000 muertos y cientos de miles de refugiados, sobre todo azerbaiyanos. Moscú afirmó que esperaba que la reunión de ayer sirviera no solamente para estabilizar la situación, sino también para relanzar las negociaciones sobre el estatus de Nagorno-Karabaj, región con población mayoritariamente armenia, secesionada de facto, pero que la comunidad internacional aún reconoce como parte de Azerbaiyán.

Un diplomático estadounidense mostró su optimismo al estimar que «es un conflicto que se puede arreglar» y el resultado puede ser «ganar-ganar para las dos partes». Igualmente señaló la coincidencia en los puntos de vista entre Washington y Moscú sobre esta crisis.

Por el momento, el principal objetivo de los mediadores es simplemente «calmar las tensiones en la línea del frente», explicó a la agencia AFP el politólogo Hrant Melik-Sahnazarian, que consideró «poco probable» la firma de un acuerdo.

Desde que los separatistas armenios tomaron el control de Nagorno-Karabaj, y a pesar del cese el fuego de 1994, el conflicto nunca llegó a solucionarse y los enfrentamientos se suceden regularmente sobre la línea de demarcación.

Además, en los últimos años, a la vez que las negociaciones promovidas por Moscú, Washington y París se estancaban, los dos países enfrentados se han armado masivamente.

Aunque ambos se acusan mutuamente de la responsabilidad de los últimos enfrentamientos, analistas ponen el foco en Azerbaiyán, sumido en una crisis por la caída del precio del petróleo, que habría encendido una ola de euforia patriótica.

Los azerbaiyanos quieren nuevas negociaciones y utilizar la presión militar para cambiar la actual situación, mientras los armenios rechazan cualquier concesión. A la vez, Rusia, que vende armas a los dos países pero acaba de firmar un tratado militar con Armenia, es un actor central en el conflicto. A la vez, Turquía, enfrentado a Rusia por la guerra siria, se ha alineado con su aliado azerbaiyano.