Los catedráticos de la UPV-EHU Ignacio Zubiri, Javier Fernández Macho y Mari Carmen Gallastegui han elaborado un estudio sobre la economía sumergida en el que han colaborado el Gobierno de Lakua, las tres diputaciones forales, el Eustat y la Inspección de Trabajo dependiente del Gobierno español. El objeto era determinar el volumen que alcanza la economía sumergida en la CAV, en qué sectores se concentra y el fraude fiscal que genera, a fin de dirigir de una manera más eficiente las medidas de lucha contra el fraude.

Los autores reconocen la dificultad para calcular esa parte de la economía, precisamente, porque es «difícil estimar lo que está escondido». Utilizando varios métodos, han tasado la economía sumergida en el 17% del PIB, por encima de las estimaciones calculadas para los países del norte de Europa. Han encontrado, además, que la economía sumergida aumenta en los periodos de recesión y disminuye en los periodos de bonanza.

Teniendo en cuenta la recaudación que efectivamente se contabiliza en las diferentes haciendas, ese volumen de riqueza oculta se correspondería con una recaudación anual de 3.700 millones de euros. Teniendo en cuenta que la previsión de recaudación para 2016 son 13.498 millones, esa cifra representa el 14,5% de los ingresos.

Por administración recaudadora, la pérdida se repartirían de la siguiente manera: 2.000 millones corresponderían a impuestos que recolectan las tres hacienda forales, 300 millones al Estado y el resto, 1.400 millones, serían las pérdidas de la Seguridad Social.

Por sectores económicos

La diferencia entre la producción declarada a hacienda y la medida en las estadísticas económicas difiere en un 10%. Los autores del estudio recuerdan que no todas las discrepancias «se traducen en fraude», ya sea porque son rentas exentas o por otras razones.

Las mayores diferencias se observan en la construcción, cuyo impacto en la recaudación es importante. Han encontrado, asimismo, grandes diferencias en agricultura y pesca, y en actividades artísticas y recreativas, pero su escaso peso en la economía hace que tengan menos relevancia en términos de recaudación perdida.

En el sector servicios –especialmente en actividades de sanidad, educación y servicios sociales privados– se ha observado una discrepancia del 30%. Su importante peso en nuestra economía hace que sea un sector relevante en la recaudación fiscal, igual que el comercio, el transporte y la hostelería.

Los autores del informe insisten en que declarar menos de lo que realmente se ha generado es un método de fraude que se da habitualmente en sectores poco regulados y, sobre todo, en medianas y pequeñas empresas, ya que las grandes utilizan otras vías –especialmente la ingeniería financiera– para enmascarar rentas, deslocalizarlas y ocultarlas en el exterior, fundamentalmente en paraísos fiscales.

EH Bildu sostiene que la negativa de PNV y PSE a una reforma fiscal implicará nuevos recortes

En el pleno del Parlamento de Gasteiz se debatió ayer, a iniciativa de EH Bildu, sobre la necesidad de impulsar una reforma fiscal «para garantizar un estado del bienestar sin recortes». La propuesta no salió adelante porque los dos partidos que sustentan al Gobierno de Iñigo Urkullu, PNV y PSE, se negaron a abrir la puerta al correspondiente proceso legislativo.

La parlamentaria Leire Pinedo hizo referencia al notable descenso registrado en la recaudación de las haciendas forales en el primer cuatrimestre de 2016 respecto al mismo periodo del año pasado. Recordó que en 2015 el Gobierno de Lakua ingresó 277 millones menos de lo esperado y comentó que este año preveía un incremento recaudatorio de 880 millones que en los primeros meses del ejercicio se ha convertido, en cambio, en un descenso de 11 millones.

La representante soberanista indicó que ese evolución negativa de la recaudación es consecuencia de la «contrarreforma fiscal» pactada hace tres años por PNV y PSE, por lo que su grupo considera que, si no se corrige esa política, «los recortes serán mayores si cabe en adelante».GARA