El Ibex sufrió ayer la mayor pérdida diaria desde febrero, con una caída del 3,18%, y se hundió por debajo de los 8.500 puntos. Este duro varapalo le llevó hasta los 8.490,50 puntos. En las últimas cinco sesiones acumula un retroceso del 3,53%, mientras que eleva hasta el 11,04% su desplome en el año. En el resto de Europa también se impusieron los recortes. Fráncfort cayó un 2,52%, París, un 2,24%, y Londres, un 1,86%. ¿Qué ha pasado?

Los expertos atribuían este derrumbe al riesgo político, más determinante en el Brexit que con las elecciones en el Estado español, y a la prudencia previa a la decisión de la Fed sobre los tipos de interés, a pesar de que las expectativas de una subida se han enfriado por los débiles datos publicados recientemente. No obstante, la incertidumbre en el ámbito politico de Gran Bretaña y el Estado español no es ninguna novedad, mientras que una hipotética subida mínima de los tipos de interés –en diciembre se fijararon en una horquilla entre 0,25% y 0,50%– tampoco supone ningún cambio sensible de escenario, ni un gran reto para las economías occidentales.

En el Ibex, los más castigados fueron Sacyr (-11,34%) y OHL (-8,15%), que sufrieron el anuncio de su salida del selectivo. Además, los bancos siguieron su cuesta abajo. Entre ellos, los peores fueron Caixabank (-5,24%), Santander (-5,04%), BBVA (-4,15%) y Bankinter (-4,08%). Por su parte, Telefónica cayó un 3,46%, Iberdrola, un 2,70%, Repsol, un 2,62%, e Inditex, un 2,18%. Solo Popular (+1,91%) –ayer acabó la cotización de los derechos de la ampliación– e Indra (+0,27%) cerraron en verde. En París, Société Générale (-4,47%), Axa (-4,22%) y BNP Paribas (-3,44%) registraron las pérdidas más abultadas. Ningún valor terminó al alza.