FRANCIA 2

ALBANIA 0

«Ahora me río, pero la primera noche que dormí en Albania puse una silla en la puerta», reconocía estos días el italiano Di Biasi, el hombre que desde el banquillo ha llevado a Albania hasta esta Euro. Entre 1980 y 1991, esta selección ganó uno de sus 42 partidos, y recibía goleadas como el 8-0 de Alemania en 1981 o el 8-0 de España en 1990. Pero en los últimos tiempos, Albania ha derrotado a rivales como Turquía, Rusia, Suecia, Portugal, Serbia o la propia Francia hace apenas un año. Ayer, ni la Marsellesa, ni el Velodrome, ni la Francia anfitriona pusieron nerviosa como en su debut ante Suiza a un sacrificado combinado albanés que en la primera mitad terminó por desesperar al mismo Deschamps, que había dejado fuera del once a Pogba y Griezmann, tras el descanso rectificó y el ‘francesito’ del Atlético salvó el honor patrio en el minuto 89, que Payet elevó a la quintaesencia en el descuento.

«El fútbol es como hacer el amor. Si no puedes como yo, aguantar 90 minutos, no ganas», se descolgó en cierta ocasión el genio Eric Cantona. A Albania le sobraron un par de minutos para rubricar un más que merecido empate ante Francia, después de meter el miedo en el cuerpo a los Bleus, que solo a base de amor propio, que no de juego, pudieron romper el 0-0 al que parecían abocados.

Una Francia que sigue sin despegar terminó doblegando a un rival que le exigió, presionó, peleó cada balón como si de una batalla se tratara, defendió, llegó a estrellar un balón en la madera, y solo cedió a ese cabezazo sobre la bocina de Griezmann que había saltado al césped mediada la segunda mitad. El gol de alta definición de Payet en los minutos de prolongación solo sirvió para edulcorar un marcador engañoso que debe servir a los anfitriones para espabilar en las siguientes fases, porque si los partidos duraran 88 minutos, hoy solo tendrían 2 puntos.