GARA
GASTEIZ

El PNV va a La Moncloa a escuchar, con su agenda y su lista de agravios

Mariano Rajoy inició ayer con Coalición Canaria una ronda de contactos de cara a la investidura en la que la mayoría de los partidos intenta quitarse de encima la responsabilidad de que el PP vuelva a gobernar. El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, dejó claro que el PNV irá hoy a La Moncloa a «escuchar» y, si algún día fueran necesarios sus votos, recordó la «agenda vasca» y toda una legislatura de agravios a cargo del Gobierno español y su mayoría absoluta.

El líder del partido más votado en las pasadas elecciones generales inició ayer su ronda de conversaciones con otros partidos para buscar una nueva investidura y lo hizo en la sede de la Presidencia del Gobierno y no en la de su partido. Mariano Rajoy recibió a los dirigentes de Coalición Canaria Fernando Clavijo y José Miguel Barragán. Hoy les toca el turno al portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, y a una delegación de ERC compuesta por su cabeza de lista por Barcelona, Gabriel Rufián, y el portavoz en la Cámara baja, Joan Tardá. EH Bildu ha sido excluida de los encuentros.

El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, ya adelantó ayer que el PNV acudirá al encuentro «con la máxima seriedad» y «disponibilidad a escuchar», pero avisó de que la gobernabilidad de España «no depende del PNV». Como, de momento, todos los partidos intentan quitarse de encima la responsabilidad de investir a Mariano Rajoy, el burukide indicó que no se dan «las condiciones» para que se produzca «un estadio de negociación», pero «si algún día el PNV es decisivo, empezaremos a hablar de la 'agenda vasca'».

Tras la intervención el lunes del lehendakari, Iñigo Urkullu, en un curso de verano en San Lorenzo de El Escorial, durante varias horas los medios de Madrid insistieron ayer en que el PNV ponía como condición para un acuerdo de investidura hablar de presos y política penitenciaria. Primero lo negó Andoni Ortuzar y después lo desmintió tajantemente el propio Urkullu.

El presidente del EBB dejó claro que «agenda vasca son medidas para la reactivación económica, agenda vasca es autogobierno, y agenda vasca son medidas para afianzar la paz y la convivencia. Pero ahora estamos hablando de la investidura de Rajoy. Ahora nos toca escuchar», reiteró.

Desmentido de Urkullu

Ante el revuelo que sus palabras causaron en determinados medios españoles, el lehendakari se vio obligado ayer a aclarar desde París que las peticiones que hizo al Gobierno español, como el acercamiento de los presos vascos y la transferencia de la gestión de los centros penitenciarios, «en absoluto» tienen que ver con la próxima investidura de un presidente.

«Esto es algo que no tiene nada que ver con procesos de investidura, de elección de presidente de ningún Gobierno», recalcó. Urkullu explicó que sus palabras «tienen que ver con una actuación del propio Gobierno Vasco y tiene que ver con una actuación complementaria con gobiernos de estados como el español y el francés».

Aclaró el lehendakari que «lo que hice ayer [por el lunes] tampoco es una novedad, salvo el dar un marco temporal de cuáles son las cuestiones que son urgentes para cumplimentar, si es posible, en el plazo de un año» y cuáles quedan para el horizonte de 2020 y posterior.

El PNV no olvida la legislatura

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, acudirá a las 10.30 de hoy a entrevistarse con Mariano Rajoy. El lunes ya intentó explicar en una cadena española de radio, en la que participaba en un debate, que las palabras del lehendakari tenían otro marco y que su partido acudía a La Moncloa a «escuchar» y sin sentir el peso de ser decisivos.

En ello incidió ayer Andoni Ortuzar. El presidente del EBB aseguró que el PNV acudirá al encuentro «con toda la seriedad» y «con la máxima disponibilidad a escuchar» al candidato del PP a la reelección, pero «conscientes, primero, de nuestra dimensión, que es la que es, cinco votos, y, segundo, sin olvidarnos de lo que ha pasado estos cuatro años». Los jeltzales tampoco pasan por alto declaraciones que han escuchado de dirigentes vascos del PP como Alfonso Alonso, ayer mismo, o de Iñaki Oyarzábal y Carmelo Barrio en días anteriores.

«Lo vemos complicado», dijo Ortuzar, que precisó que, si bien «en estos días parece que la gobernabilidad del Estado español depende de los cinco votos del PNV», no es así. «No somos ilusos, ni tan pretenciosos. Sabemos lo que somos. La gobernabilidad de España no está en manos del PNV. Los votos del PNV no le pueden hacer presidente a Rajoy», insistió volviendo a despejar el balón.

Y la pelota cayó en la calle Ferraz de Madrid. El presidente del EBB dijo que considera «inevitable» que el PSOE «deshoje ya la margarita» y deje de «jugar al escondite con los demás». Ortuzar apuntó que existen «tres opciones: Gobierno del PP, alternativa de izquierdas o terceras elecciones», y que todas ellas «pasan sobre todo por la decisión del PSOE».

Mendia abre una puerta

¿Y qué dice el PSOE? Hasta ahora la postura oficial era la de no propiciar un gobierno del PP ni por acción ni por omisión. Solo a barones a los que se les colocaba en el sector crítico a Pedro Sánchez se les había escuchado decir que se podrían buscar fórmulas para permitir la investidura con el fin de que no hubiera unas terceras elecciones.

Pero ayer, la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, arrancó la ronda de Pedro Sánchez con responsables territoriales, y salió de la cita defendiendo que el PSOE no puede «favorecer ni facilitar un gobierno del PP» y, por eso, votarán no a la investidura de Mariano Rajoy. Sin embargo, dejó la puerta abierta a que el partido modifique su posición en otro Comité Federal posterior al que se celebrará este sábado.

Idoia Mendia ha mostrado siempre una gran sintonía con Pedro Sánchez y sus palabras pueden ser tomadas como un anticipo de lo que finalmente vaya a ocurrir. El mantenimiento del «no es no» pretende que el foco mediático se sitúe en la responsabilidad del PP y no en el PSOE, pero cada vez es más verosímil que se buscará alguna fórmula de acuerdo.

Durante el día de ayer, desde el PP se estuvo insistiendo en que había cauces de diálogo reservados abiertos con el PSOE, mientras que desde este partido se intentaban desmentir estas afirmaciones.