M.I.
ELECTION: LA NOCHE DE LAS BESTIAS

Una trilogía terrorífica que se cierra en clave política

L o mismo que a Romero se le conoce dentro del cine de terror por su ciclo sobre zombis, el nombre de James DeMonaco quedará por siempre asociado a su trilogía en torno a las ya famosas purgas. Al decir de buena parte de la crítica estadounidense, la tercera entrega es la mejor, seguramente gracias a que el autor se ha podido tomar más tiempo para prepararla, lo cual no es nada fácil teniendo como productor a Jason Blum, quien basa la rentabilidad de sus películas en un sistema de producción acelerado y de bajo coste. Las dos primeras “The Purge” (2013) y “The Anarchy” (2014) se estrenaron muy seguidas, mientras que “Election” (2016) se ha hecho esperar un par de años más, aunque la inversión ha sido parecida, no pasando de los diez millones de dólares, cantidad que ya ha multiplicado por cuatro en taquilla.

La nueva purga sirve para hacer una lectura política de un concepto terrorífico que ya nació con ese enfoque en su premisa, al plantear la idea distópica de una sociedad en la que para permitir el desahogo violento de la ciudadanía se les concede una noche al año en la que pueden dar rienda suelta a sus instintos, incluidos los criminales. El evento sirve esta vez al poder para eliminar a una candidata opositora que pide el fin de la medida.