«El Ejército se hizo cargo totalmente para restaurar la democracia... Todos los acuerdos internacionales estarán vigentes. Esperamos mantener nuestras buenas relaciones con todos los países», señaló anoche el Estado Mayor del Ejército de Turquía en un comunicado en el que informó del establecimiento del toque de queda y la ley marcial. Las Fuerzas Armadas dijeron haber tomado el control de todo el territorio y haber detenido tanto al jefe del Estado mayor, general Hulusi Akar, como a diversos ministros y afirmaron actuar para «mantener el orden democrático, los derechos humanos y el Estado de Derecho».

El Ejército turco calificó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de «traidor», le acusó de haber establecido un «régimen autoritario del miedo».

En un comunicado, leído en la televisión turca TRT, el ejército asegura que el país será gobernado por llamado Consejo de Paz en Casa para darle «a todos los ciudadanos todos los derechos y restablecer el orden constitucional».

Bajo Erdogan, prosigue la nota, «todas las instituciones del Estado empezaron a ser diseñadas con propósitos ideológicos y que el Imperio de la Ley secular fue ‘de facto’ eliminado».

Puntos estratégicos

Fuerzas militares se desplegaron en puntos estratégicos como instalaciones gubernamentales, la televisión pública y aeropuertos de Ankara y Estambul, donde se suspendieron todos los vuelos.

Diversas agencias reportaron a última hora de la tarde tiros en Ankara, donde la Policía puso en alerta a todas sus unidades. Según afirmaron testigos a la agencia Efe y Reuters, se escucharon disparos cerca del cuartel del Estado Mayor.

Aviones militares y helicópteros sobrevolaban Estambul y Ankara. En Estambul, la Gendarmería cerró al paso los dos puentes que cruzan el Bósforo, afirma la cadena NTV.

Sobre la medianoche, se escuchó una gran explosión en Ankara y un helicóptero militar abrió fuego sobre un objetivo que podía la televisión estatal.

El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, confirmó el intento de golpe militar en la capital, Ankara, con maniobras militares no aprobadas por las cadenas de mando.

«Es una facción dentro del Ejército que se ha alzado», señaló el jefe de Gobierno, quien admitió que los militares habían «rodeado algunos edificios importantes». «Quienes lo han hecho pagarán un alto precio. No haremos concesiones en la democracia», prometió.

Yildirim sostuvo que «nada dañará la democracia turca» y pidió calma, si bien advirtió de que los responsables «pagarán el mayor precio». Llamó a combatir el levantamiento en caso de que la situación «sea seria».

Diversas fuentes turcas aseguran que detrás del golpe estaría el movimiento de Fetullah Gulen, islamista opuesto a Erdogan, que se encuentra de vacaciones. En unas declaraciones telefónicas llamó a la población a salir a las calles a resistir el intento de golpe perpetrado, en su opinión, por un pequeño grupo de militares. «Insto a nuestra gente, a todo el mundo, a que llene las plazas del país para darle (al ejército) la respuesta necesaria», manifestó Erdogan a la emisora CNNTürk. Un llamamiento que sugería que el golpe militar era algo serio.

«Nunca tendrá éxito»

«Este golpe de Estado nunca tendrá éxito. Tarde o temprano será eliminado. Voy a volver a Ankara», agregó. «Es desafortunadamente un intento de golpe de Estado. Lo ha hecho por la estructura paralela que conocemos dentro del Estado», dijo en referencia a su enemigo Gulen.

«Van a recibir la respuesta de la nación y van a pagar un alto precio por actuar contra la nación. No les vamos a ceder el campo. Pronto vamos a eliminar esto», aseguró Erdogan, cuyo país es un miembro clave de la OTAN. «Yo soy el comandante en jefe. Sin mi información el Ejército no puede hacer nada», subrayó.

A través de las redes sociales se difundieron imágenes de ciudadanos felicitando al Ejército, que en Turquía siempre se ha presentado como el «garante» de la laicidad del Estado y un elemento de presión desde que Erdogan llegó al poder.

Tras las palabras de Erdogan grupos de personas empezaron a salir a las calles d las principales ciudades, muchas tomadas por el Ejército, lo que hacía temer posibles enfrentamientos.

Turquía ha jugado un papel importante en la guerra de Siria. Anoche, ciudadano sirios se echaron a las calles en Damasco y las zonas bajo control del régimen en Alepo para celebrar con disparos al aire la supuesta caída del Gobierno, según testigos consultados por Reuters.

Rusia llamó a evitar un «derramamiento de sangre», mientras EEUU confiaba en que haya «paz y estabilidad».