Al menos siete personas fallecieron y otras diez resultaron heridas de gravedad en un bombardeo de la coalición militar que lidera Arabia Saudí contra un hospital de campaña de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el noroeste de Yemen. Todos los muertos son pacientes excepto un ingeniero yemení que trabajaba para MSF en ese hospital, ubicado en la localidad de Abs. Dos tercios del hospital fueron destruidos y se temían nuevos ataques en la zona porque los aviones de la coalición liderada por Arabia Saudí seguían horas después sobrevolando ese área.

Abs se encuentra en la provincia de Hashah, a unos 130 kilómetros al noroeste de la capital, Sana’a, y a 65 kilómetros de la frontera con Arabia Saudí. Está situada en la carretera que une el puerto de Al-Hudeida, en el mar Rojo, con el paso fronterizo de Harad, el principal entre Yemen y Arabia Saudí.

MSF informó, además, de la muerte el sábado de al menos 10 niños de entre 8 y 15 años –28 más resultaron heridos– en un ataque contra una escuela religiosa en la provincia de Saada, vecina a Hashah y feudo de los rebeldes hutíes. La ONG no precisó el origen del bombardeo, pero Saada ha sido blanco en los últimos días de ataques de la coalición que lidera Riad.

No es la primera vez que un hospital gestionado por MSF es atacado por aviones de la coalición árabe en Yemen como ha denunciado la ONG en varias ocasiones, aunque la alianza militar siempre lo ha negado. El 10 de enero, cuatro personas murieron al impactar un proyectil en un hospital en Saada.

La coalición, integrada por países musulmanes suníes, interviene contra los rebeldes chiíes desde marzo de 2015, cuando estos expulsaron al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.