Aritz INTXUSTA
IRUÑEA

Los padres de Arrosadia y Donibane ya no renuncian al euskara en el 0-3

El curso en las dos escuelas infantiles de Iruñea que pasan de castellano a euskara empezó ayer con los nervios del primer día para las familias y los equipos de educadores encargados de materializar «un cambio histórico para la ciudad». En la puerta, padres y madres reconocían que la cercanía es el criterio que más pesa, evidenciando que la falta de escuelas en euskara todos estos años ha obligado a muchos a renunciar al idioma que querían para sus hijos.

«Aprendemos castellano, euskera, chino y lo que haga falta», afirma entre risas Ning Li, que lleva ocho años viviendo en el barrio de Donibane, en un castellano más que decente. Su pequeño, entre tanto, corretea gritando en su idioma materno que el resto no entendía.

Li acudió ayer a una entrevista del nuevo curso que arranca en la Escuela Infantil Donibane, cuyo modelo educativo ha pasado de castellano a euskara. El criterio que ha elegido Li ha sido el de la cercanía, ya que no tiene capacidad para trasladarse. En eso, su problema es exactamente igual que el del resto de familias con las que su hijo compartirá aula y juegos.

«Con el otro me moví de una punta a otra para estudiar en euskara. Ahora tengo una escuela a mano», explicaba Bea Zugasti, mientras se saludaba con otra madre, Amaia Villanueva, en la puerta de este mismo centro. «Este año empiezo en Donibane, aunque la escuela de Iturrama, que es en castellano, me venía mejor», afirma Zugasti. Este caso sigue siendo la tónica más habitual, porque hay cuatro escuelas en euskara frente a otras 13 de castellano e inglés.

Villanueva sí hubiera renunciado al idioma. «Lo iba a traer a Donibane de cualquier modo, no tenía opción. El cambio de modelo de castellano a euskara ha sido una sorpresa para bien, porque el resto de su educación será euskaldun», asegura.

El caso de Villanueva, el de sacrificar el euskara por la logística familiar era el más común en la puerta de la otra escuela donde hay cambio de idioma: Printzearen Harresi. «El año pasado también lo matriculé aquí, por la cercanía, por los puntos y porque soy madre soltera», afirma Itxaso Robles. «Muchos demandábamos el cambio. De no haber tenido plaza aquí, la otra escuela que mejor me venía es la de Azpilagaña, que tiene modelo en inglés. Pero es que en este barrio, en Arrosadia, lo que se habla es euskara», señala.

Amaia Andueza también hubiera optado por llevar a su hijo a castellano. «Su aita sabe euskara y le hablará en euskara. Luego lo llevaremos a Hegoalde. Pero Printzearen Harresi es el centro que mejor nos viene y habríamos echado la matrícula aquí de todas todas».

Ana Espinoza escolarizará a su hijo en Donibane. Es hondureña y lleva en Iruñea cuatro años. «El cambio no me ha importado», dice. Preguntada por las protestas de algunos padres y madres, responde: «A mí me da igual. Lo bueno es que la gente pueda elegir entre los dos, ¿no?». Espinoza, a día de hoy, tiene claro que cuando termine escuela infantil llevará a su hijo a un centro en castellano. Reconoce tener miedo a no poder ayudarle después con las tareas.

Equipos jóvenes con ilusión

Tras un montón de papeles y fichas, Edurne Lekunberri vivía su primer día como directora de Donibane. «Las cuatro escuelas en euskara tenemos una filosofía común, inspirada en Louis Malagazzi y Emi Pikler», explica. En estos cuatro centros hay equipos muy jóvenes, puesto que hace muchos años que no salen plazas en euskara. «De diez personas que estamos aquí, siete tienen menos de 30 años», afirma Lekunberri. «Arrancamos con mucha ilusión. Entendemos el cambio como algo histórico para la ciudad y sabemos que nos mirarán con lupa. Hay presión, sí», admite la directora.

Por su parte, el director de Printzearen Harresi, Garikoitz Torregrosa (35 años), remarca esta idea de un proyecto ilusionante. «Nosotros venimos con ganas de poner en marcha algo bonito y enriquecedor para el barrio de Arrosadia», asegura.

Declaraciones

«El cambio ha sido un punto a favor, porque éramos muchos en el barrio los que hicimos todo lo posible para conseguirlo»

Itxaso ROBLES

Madre de Arrosadia

«Somos un equipo nuevo con un proyecto nuevo. Este cambio viene a equilibrar la demanda»

Garikoitz TORREGROSA

Director PRIN. HARRESI

«En Egunsenti conocí a padres que iban desde Donibane a la Txantrea, pero o estás muy mentalizado o prima la cercanía»

Edurne LEKUNBERRI

Directora de Donibane