Tres soldados turcos murieron y otros cuatro resultaron heridos en un ataque lanzado por el Estado Islámico (ISIS) contra los tanques turcos apostados cerca de la localidad de Al-Waqf, en el norte de Siria.

Los grupos rebeldes turcos amparados por las fuerzas turcas que han entrado en territorio sirio habían arrebatado al ISIS dos localidades en el norte del país, lo que fue respondido por los yihadistas lanzando un cohete que alcanzó a dos tanques turcos.

Como consecuencia, dos soldados turcos y dos insurgentes sirios murieron, mientras que otros cinco militares resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales cercanos. Uno de ellos murió unas horas después.

Se trata de las primeras víctimas mortales entre las fuerzas turcas por un ataque del ISIS desde que comenzó la operación «Escudo del Éufrates» con la que Ankara busca expulsar a los yihadistas de la zona pero, sobre todo, impedir que sean los kurdos quienes ocupen el terreno y puedan formar un ente autónomo. El 28 de agosto un soldado turco murió en un ataque de las milicias kurdas.

El pasado domingo, el ISIS fue expulsado de las últimas posiciones que ocupaba en la frontera turco siria. Ankara quiere establecer una zona-tapón de un centenar de kilómetros en el norte de Siria –algo que ya ha conseguido de facto– y exige a las potencias internacionales que también se convierta en una zona de exclusión aérea para impedir el avance kurdo.

Gas de cloro en Alepo

Por otra parte, decenas de personas mostraron síntomas de asfixia después de un supuesto ataque con barriles bomba con gas de cloro por parte del régimen contra un barrio controlado por los rebeldes en la ciudad de Alepo, según trabajadores de rescate de la Defensa Civil de Siria. Alepo se encuentra de nuevo bajo el asedio de las fuerzas de Bashar al-Assad, después de que el domingo conquistaran un barrio en manos insurgentes.