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TENIS - US OPEN

Djokovic sigue su «paseo» triunfal

Ya son tres los partidos que el serbio no finaliza por lesión de su rival. Elúltimo fue Tsonga, por lo que el número uno jugará la semifinal ante Monfils.

Una de dos. O Novak Djokovic llega a la final del US Open –si supera a Gael Monfils en semifinales– más fresco que una rosa, o la ‘falta’ de rodaje le pasa factura. El serbio ha llegado hasta las semifinales del último Grand Slam de la temporada después de no poder acabar hasta tres encuentros por lesión de sus rivales. El último fue el francés Jo-Wilfred Tsonga.

Es cierto que en este choque el número uno mundial dominaba 6-3 y 6-2 cuando al inicio de la tercera manga Tsonga se miró y se agarró una vez más la rodilla izquierda para decir que no podía continuar en la pista Arthur Ashe. Pero también es cierto que Djokovic, vigente campeón en Nueva York, no ha podido completar otros dos partidos. Primero fue el checo Jiri Vesely, que no se presentó por una lesión en el antebrazo izquierdo. Y su oponente en tercera ronda, el ruso Mijail Youzhny, se retiró tras seis juegos disputados al sufrir una dolencia en el isquiotibial izquierdo.

«Estoy a una victoria de la final. A medida que pasa el torneo, siento que voy mejorando. Este es un Grand Slam bastante peculiar para mí, al tener tres retiradas en el camino a las semifinales», dijo irónico “Nole”.

Su próximo rival será otro francés, Monfils, que ha demostrado hasta ahora la mejor forma física, de un atlético que le permite tener una espectacularidad con su tenis que ha generado hasta la admiración del propio Djokovic. Monfils, décimo cabeza de serie, dominó 6-4, 6-3, 6-3 en cuartos a su compatriota Lucas Pouille, de 22 años y vigésimo cuarto favorito, que logró su gran hazaña en la segunda participación en el US Open al eliminar a Rafa Nadal.

«Me encanta ver a Gael (Monfils)», declaró Djokovic. «Es uno de los pocos jugadores por los que pagaría una entrada para verlo. Se trata de un rival muy carismático, que juega siempre con una sonrisa, disfruta del tenis y de la vida», añadió. La otra semifinal la disputarán los vencedores del Del Potro-Wawrinka y Nishikori-Murray, encuentros que se estaban disputando al cierre de esta edición.

Wozniacki-Kerber, semifinal

En el cuadro femenino también se conocía una de las semifinales, la que disputarán la danesa Caroline Wozniacki y la alemana Angelique Kerber. Será el decimotercer duelo entre ambas con ventaja de 7-5 para la germana.

Después de verse relegada en la clasificación de la WTA –llegó a ser número uno mundial– tras sufrir varias lesiones, Wozniacki parece haber recuperado su mejor versión, y la letona Anastasija Sevastova fue la última testigo de ello. En una hora y cuatro minutos, la danesa arrolló a su rival –que se dobló el tobillo derecho en el primer punto del segundo juego– por 6-0 y 6-2.

«Ahora no tengo que presionarme por seguir como la número uno del mundo, y me siento feliz cada vez que juego un partido en una pista importante como la del Abierto de Estados Unidos, sin pensar que tengo que ganar, sino que primero disfruto con mi juego al margen del resultado», subrayó.

Kerber, por su parte, avanzó a las semifinales con una racha de nueve juegos seguidos ganados en el partido que derrotó por 7-5 y 6-0 a la italiana Roberta Vinci, séptima cabeza de serie, y subcampeona del año pasado.

Por último, la checa Karolina Pliskova, que ganó a Ana Konjuh por 6-2 y 6-2, esperaba en la otra semifinal a la vencedora del encuentro entre Serena Williams y Simona Halep.