GARA
NUEVA YORK
TENIS - US OPEN

Kerber luce la corona femenina con triunfo

Al cierre de la edición, Stan Wawrinka y Novak Djokovic dirimían la finalísima del Abierto de Estados Unidos, mientras que la delegación alemana celebraba el triunfo en la final femenina individual de Angelique Kerber. La de Bremen estrenaba su flamante número uno de la WTA al batir a la checa Karonina Pliskova en poco más de dos horas por 6-3, 4-6 y 6-4.

Pliskova, «cómplice» de Kerber al arrebatar la corona de la WTA a Serena Williams –por primera vez desde febrero de 2013– demostró que golpea mucho más fuerte que Kerber, pero cometió ¡30 errores no forzados más que la alemana!: 47 a 17. También se anotó más puntos ganadores, 40 a 21, pero su irregularidad, en especial con la derecha, la acabó por condenar.

Kerber, como una garrapata

En 46 minutos, Angelique Kerber se llevó el primer set por 6-3, después de romperle el servicio a Pliskova en el primer y noveno juegos.

En esa primera manga se le notó mucho la inexperiencia a la checa, que afrontaba en el estadio Arthur Ashe de Nueva York su primera final de una prueba del Grand Slam, mientras que Kerber encadenaba su tercera final de una grande de esta campaña –ganó en Australia y perdió en Wimbledon, ambas ante Serena Williams–, amén de caer en la final olímpica. Con no cometer errores le fue suficiente a la de Bremen, mientras que Pliskova cometía la friolera de 17 errores no forzados.

Pero la decoración cambió en el segundo set. Pliskova cambió de estrategia, comenzó a subir más a la red y su golpe de revés empezó a hacer daño a una Kerber que perdía su saque por primera vez mediada la manga. Más aún, tras caer 4-6 en el segundo set, Kerber perdió la compostura y se vio perdiendo 1-3 en el desempate.

Pero hete acá que la alemana se rehizo y, como una garrapata, empezó a defenderse de los raquetazos de Pliskova, al tiempo que conectaba varios puntos ganadores con el drive paralelo. Tras empatar a 4, Kerber se anotó el 5-4 en blanco, así como el juego decisivo. Con 0-40, una derecha se le marchaba a Pliskova y la teutona celebró su reinado de la WTA ganando en Nueva York.