El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, premió ayer a Myanmar por los progresos en su transición democrática con la restauración de beneficios comerciales y el anuncio de que levantará «pronto» las sanciones a ese país, al recibir en el Despacho Oval de la Casa Blanca a la jefa de facto del Gobierno birmano, la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

Obama destacó ante los periodistas la «notable transformación política y social» experimentada por Myanmar y anotó que, por ello, EEUU está «preparado» para levantar las sanciones impuestas al país asiático.

Preguntado sobre la fecha en que entraría en vigor el levantamiento de las sanciones, Obama se limitó a responder: «Pronto».

EEUU ya había reducido las restricciones en los sectores bancario, minero y forestal, pero Washington ha mantenido una «lista negra» de más de 100 personas acusadas de estar vinculadas a la antigua Junta Militar. Los estadounidenses no pueden firmar contratos con los birmanos que figuren en esa lista ni con sus empresas.

Aung San Suu Kyi, quien ostenta el cargo de asesora especial de Estado, que le permite tener una gran influencia en el Gobierno a pesar de una Constitución heredada de la Junta que le prohibió ser presidenta, agradeció «al pueblo estadounidense, al Congreso y al presidente» su apoyo durante la transición.

Un poco antes, la Casa Blanca había anunciado que Obama había propuesto restaurar los beneficios comerciales a Myanmar, suspendidos hace más de dos décadas por violaciones de los derechos humanos.