Cuando uno suspende un examen o repite curso, toca empezar de nuevo, pero a sabiendas de lo que el futuro te puede deparar. Algo similar le sucede a Escocia: dos años después de fracasar en el primer intento, el futuro le ha brindado la posibilidad de tener una segunda oportunidad. Hablamos, claro, del referéndum de independencia que se celebró justo hace dos años. En aquella ocasión, ante la mirada del resto del mundo, los escoceses decidieron, por un margen de diez puntos (45% a favor, 55% en contra), no ser un país independiente.

Tras casi dos años de silencio, la opción de un segundo referéndum independentista está, hoy más que nunca, encima del tablero político. Esta segunda oportunidad ha venido de la mano del Brexit, que ha cambiado el tablero de juego. Después de que los británicos decidieran abandonar la Unión Europea, Escocia juega en unas condiciones objetivas diferentes. Si entonces la permanencia a la UE era una amenaza para el independentismo escocés, hoy se ha convertido en aliado por poder atraer a esos que en su día optaron por el «no» por miedo a quedarse fuera del club de los Veintiocho (Veintisiete hoy en día). Paradojas de la vida.

Y el movimiento independentista ha sabido entenderlo a la perfección y se ha puesto manos a la obra para obtener mejores respuestas de las que tenía sobre los temas que más conciernen a la sociedad escocesa.

Este segundo aniversario del referéndum servirá a los actores independentistas para recordar que llegaron a tocar la independencia con la punta de los dedos. Pero también para mirar hacia el futuro y afrontar esta segunda oportunidad con más garantías. Así, Glasgow será escenario de reuniones entre activistas políticos y de manifestaciones. Por una parte, unas 400 personas asistirán a la “Scottish Independence Convention”. Dicho agente nació antes de que Edimburgo y Londres acordaran la celebración del referéndum con el objetivo de aunar fuerzas para construir la causa independentista. Pero tras el Acuerdo de Edimburgo, se disolvió para que sus miembros pasaran a formar parte activa del movimiento oficial “Yes Scotland”.

Shona McAlpine, una de las integrantes de la “Scottish Independence Convention”, ha estado involucrada en la organización de la cita de hoy en Glasgow. En declaraciones a GARA, cuenta que hace solo unos meses unos cuantos participantes de la primera convención decidieron que era el momento de lanzar una nueva campaña independentista. «Hemos mantenido contactos con miembros destacados tanto del SNP como del Partido Verde y ambos nos han hecho saber que podemos contar con su apoyo. También el Partido Socialista nos apoya», ha señalado. Afirma que hay posibilidades de que se celebre un nuevo referéndum. «Aunque sin el Brexit también había la sensación de que cabía la posibilidad de un nuevo referéndum en un plazo de cinco años. Por ello, consideramos que era el momento de hacer políticas para impulsar la independencia y hacer que todos los actores independentistas volvieran a trabajar codo con codo», indica.

El acto de hoy será en parte un acontecimiento social donde unas 400 personas escucharán a oradores de la talla del ex primer ministro Alex Salmond, pero también habrá cómicos y música. Se puede decir que es el preludio de la convención que se celebrará el 14 de enero, donde los asistentes entrarán en materia y discutirán sobre temas como la moneda y la estrategia económica de una futura Escocia independiente. También hablarán de asuntos internos como de cómo hacer que el movimiento independentista funcione mejor. «Sentimos la necesidad de demostrar al pueblo escocés que tenemos un plan que es práctico, pero, a su vez, necesitamos que la gente vuelva a trabajar en conjunto como lo hizo durante el referéndum de 2014», sentencia McAlpine.

A su vez, se espera que entre 10.000 y 20.000 personas acudan a la manifestación convocada por “Yes Movement Rally”, que, en tono festivo, celebrará el segundo aniversario del referéndum escocés.