Koldo LANDALUZE
donostia

«Patria», la otra cara de un impactante fenómeno viral

Al igual que ocurriera el pasado año, el denominado Salón Erótico de Barcelona ha logrado acaparar buena parte del interés de las redes sociales gracias al impactante spot que ha elaborado el estudio Vimema. Muchas voces han rechazado sus intenciones y mensaje.

Amainado el temporal de la irrupción viral del spot que promociona el denominado Salón Erótico de Barcelona, merece la pena hacer un análisis de este fenómeno que ha recorrido las redes sociales como un reguero de pólvora. Titulada “Patria”, la nueva creación del estudio Vimema fue muy celebrada a las pocas horas de hacer acto de presencia en internet y fueron muchas las opiniones que aplaudían ese concepto de rebeldía que, desde el vídeo, pregona la actriz Amarna Miller. En tan sólo 24 horas, fue visionada por 700.000 personas. Al poco de ser difundido, en diferentes redes sociales se manifestó cierto enfado en torno a un videoclip amparado en el tópico y en un discurso vacío. Vimema también se encargó de la promoción del Salón Erótico del pasado año en el que Nacho Vidal era reconvertido en un abanderado del “Haz el amor y no la guerra”.

La página “Riot and Roll” ha elaborado una  respuesta que señala que  “Patria” «se limita a reproducir tópicos de indignados –muy 2011 todo– asumibles por gran parte de la población. Son verdades como puños, pero no extrañan ni provocan a nadie a estas alturas. Pero el fondo, ¡ay, el fondo!, siempre aparece para joder las buenas intenciones. Y el fondo, en este caso, es un Salón del Porno que se vale de trabajadores voluntarios a los que no remunera por sus horas de curro. Empezamos mal. Y es que los principales promotores del evento es una empresa de prostitución cuya página web ofrece un catálogo de chicas que pueden seleccionarse como el que compra un pantalón por Amazon».

Páginas como “Muy Bastas” también han señalado a GARA que «creemos que el vídeo es un pedazo de vídeo. Una fotografía muy currada, unos planos muy guapos y un mensaje muy potente, pero también resulta muy hipócrita que la industria del porno se disfrace de vanguardia revolucionaria –con todo lo que ello conlleva–. Este spot cuenta con un mensaje potente, pero al analizar de dónde sale, con qué intención y demás... no mola tanto».