El islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD) ganó ayer las elecciones legislativas con 125 de los 395 escaños en juego, 18 más que hace cinco años, según datos oficiales y definitivos difundidos por el Ministerio del Interior.

Estos comicios han catapultado además al Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), que pasa de 47 a 102 asientos, mientras que el histórico partido Istiqlal se queda en 46 escaños, cuando antes tenía 60. En cualquier caso, se mantiene un cierto equilibrio que obliga a los principales partidos a alianzas para propiciar la formación de un gobierno de coalición.

El líder del PJD y primer ministro, Abdelilah Benkiran, destacaba ya en la noche del viernes que «el pueblo marroquí ha votado masivamente por el PJD El PJD ha demostrado hoy que ser serio y fiable (...) y confiar en las instituciones, especialmente la monarquía, es moneda ganadora».

El PAM, un partido fundado por un afín al majzén, la Casa Real marroquí y su entorno, logró la segunda plaza tras presentarse como una alternativa liberal a los islamistas. Tras conocerse los resultados rechazó de plano cualquier alianza con el PJD.

Durante la campaña han surgido roces entre el PJD y el majzén y sus afines, a los que los islamistas acusan de favorecer al PAM. El mismo viernes por la noche el entorno del PDJ denunció que funcionarios del Ministerio del Interior habían influido a los votantes en favor del PAM.

«Tal vez este partido sigue dudando de la voluntad estrecha de todos los componentes del Estado, empezando por el rey, para hacer del ejercicio democrático una realidad arraigada y una opción estratégica irrevocable», criticó el ministro del Interior, Mohamed Hasad.