Grupos de operaciones especiales de la Policía alemana detuvieron ayer a otro sospechoso durante un nuevo registro en la localidad de Chemnitz mientras seguían buscando a un sirio de 22 años que es el principal sospechoso de planificar un atentado con bomba.

«Nadie ha resultado herido y no ha habido disparos. Nos hemos llevado al hombre bajo custodia y en estos momentos le estamos interrogando», explicó un portavoz de la oficina de investigaciones penales del estado de Sajonia, Tom Berhardt.

«Tenemos que seguir dando por hecho que el sospechoso (al que aún persigue la Policía) sigue siendo un peligro», añadió. La alerta llevó a reforzar la seguridad en estaciones de tren, aeropuertos e infraestructuras «críticas».

El sábado se registro un primer inmueble en el que se localizaron explosivos, pero tampoco se pudo localizar a Jaber Albakr, al que la Policía seguía buscando ayer. Los servicios secretos alemanes habían dado la información sobre el piso en el que estaría el sospechoso, pero no fue localizado en el lugar.

Durante la operación se realizó una detonación controlada en el jardín del mismo edificio, ante el peligro de trasladar el explosivo. Según el diario “Bild”, el tipo de explosivo encontrado apuntaba a una conexión con el Estado Islámico, aunque las autoridades alemanas no se pronunciaron al respecto. Dos de los tres detenidos el sábado fueron puestos en libertad ayer.

Como medida de precaución las autoridades pidieron a los vecinos que se mantengan en sus casas. «La zona acordonada es tan amplia que podemos casi descartar que haya peligro para la población», explicó Bernhardt.

Albakr llegó el año pasado a Alemania y ha sido reconocido formalmente como refugiado, indicó el portavoz. Por el momento se desconoce el «dónde, cuándo y por qué» de la colocación de la bomba, añadió el portavoz policial, que tampoco descartó que haya más implicados.