El candidato antinuclear respaldado por partidos de izquierda ha ganado las elecciones a gobernador de la prefectura de Niigata, con lo que la reapertura de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la más grande del mundo, parece más lejana.

Ryuichi Yoneyama, un doctor en Derecho que no ha ocupado ningún cargo público, se ha impuesto a Tamio Mori, el candidato del Partido Liberal Democrático del primer ministro Shinzo Abe. Yoneyama ha recibido el apoyo del Partido Comunista de Japón y de dos partidos minoritarios y ha sido percibido como el heredero del gobernador saliente, Hirohiko Izumida, también reticente a la reactivación de las centrales nucleares.

«Como os he prometido, en las actuales circunstancias en las que no podemos proteger nuestras vidas y nuestro estilo de vida, declaro claramente que no puedo aprobar una reactivación», afirmó Yoneyama ante sus seguidores desde la sede de su campaña. Los simpatizantes de Yoneyama respondieron con repetidos «¡Banzai!», equivalentes a vivas, al conocer las proyecciones que apuntaban a una victoria de Yoneyama. Según la televisión NHK, Yoneyama ha conseguido más de 500.000 votos, frente a los 430.000 de Mori, con el 93% escrutado.

En cambio, Mori, quien ha ocupado cargos ministeriales y está considerado un burócrata, se disculpó ante sus seguidores por su derrota.

El futuro de la central de Kashiwazaki-Kariwa ha sido el epicentro de la campaña, ya que el Gobierno central aboga por la activación de todas las centrales a pesar del terremoto y tsunami que provocó la fusión del núcleo de la planta de Fukushima en 2011. La central cuenta con siete reactores y es fundamental para TEPCO, compañía bajo control estatal desde 2012. Dichas instalaciones en 2007 causaron una fuga radiactiva provocada también por un terremoto.

En estos momentos solo están en funcionamiento 2 de los 42 reactores nucleares con los que cuenta Japón.