Las autoridades de Israel retiraron a su embajador en la Unesco, Carmel Shama Hacohen, después de que la agencia adoptara una resolución que mantiene a la Ciudad Vieja de Jerusalén en la lista de patrimonio de la Humanidad en peligro, critica la gestión de Israel y se refiere a la Explanada de las Mezquitas solo en su nombre árabe, Mezquita de Al-Aqsa, y no con la denominación judía Monte del Templo.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Emmanuel Nahshon, calificó la votación llevada a cabo por la Unesco como «una basura». «Nosotros decidiremos qué hacer y cuáles serán nuestros siguientes pasos estando cara a cara con esta organización», afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La resolución se suma a otra aprobada hace unas semanas por la misma organización, que condena la restricción del acceso de los musulmanes a la zona por parte de Israel, que la ocupó en 1967, y que también fue rechazada por Tel Aviv.