Una vez suspendido por el poder electoral el proceso encaminado a poner en marcha un referendo revocatorio del presidente, Nicolás Maduro, la oposición venezolana ha optado por otra vía, además de la movilización, para intentar destituir al líder chavista: declarar el abandono del cargo de Maduro.

Así, el dirigente opositor Henrique Capriles afirmó que la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de Venezuela tiene la competencia para declarar el próximo martes no solo la responsabilidad política de Maduro, sino también el abandono del cargo, lo que conllevaría a un nuevo proceso electoral». Capriles lideró ayer junto a otros dirigentes de la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el llamamiento a la «Toma de Venezuela», como manifestación de rechazo a la suspensión del referendo revocatorio, que consideran una «ruptura del hilo constitucional». En la movilización tomaron parte miles de personas y, aunque se centró en Caracas, también se desarrolló en otras ciudades del país. En algunas de ellas se produjeron algunos incidentes.

Capriles anunció el comienzo de una nueva etapa en la estrategia opositora en la que se incluye la decisión del Parlamento de determinar si existen «responsabilidades políticas» del presidente, lo que, según el presidente de la AN, Henry Ramos Allup, no implica un juicio que conlleve a la destitución del jefe de Estado, lo cual es competencia del poder judicial si hay responsabilidades penales.

Coincidiendo con la jornada de protesta de ayer, la MUD confirmó que mantendrá la presión en la calle, al convocar una huelga general de doce horas para mañana y una manifestación hacia el palacio presidencial el 3 de noviembre.

Por su parte, Maduro insistió en analizar la posibilidad del diálogo con la oposición, cuyo inicio anunció el Vaticano el pasado lunes, pero fue rechazado de plano al día siguiente por los líderes opositores. Así el presidente reunió al Consejo de Defensa de la Nación en sesión permanente para tratar cuatro puntos, entre ellos evaluar los escenarios del diálogo con la oposición y la planificación de consultas con todos los sectores del país. En el encuentro, el jefe de Estado convocó nuevamente al diálogo político e invitó a la oposición a la cita acordada para el domingo en Isla Margarita Asimismo, solicitó evaluar la defensa del país en caso de intento de intervención extranjera.

También el chavismo se movilizó ante el palacio presidencial y Maduro se dirigió a los congregados apelando «al respeto y convivencia, así como a la lucha y al combate (...) contra aquellos que quieren llevarnos a la desestabilización».