GARA
CALAIS

Las autoridades francesas dan por concluida la evacuación de «la Jungla»

Las autoridades francesas dieron ayer por terminada la evacuación del campamento de migrantes de Calais, el mayor del Estado. Las ONG reiteraron el riesgo que corren los menores no acompañados.

Las autoridades francesas dieron ayer por terminada la evacuación de «la Jungla» de Calais, el mayor campamento de migrantes del Estado francés.

La prefecta de Calais, Fabienne Buccio, indicó que el centro de selección abierto a pocos metros del campamento ha registrado a 5.000 personas. Calculó que quedaban unas 1.000 personas sin registrar, inmigrantes que abandonaron «la Jungla» para huir de los incendios registrados durante la noche del martes. Un migrante resultó herido de levedad y fue hospitalizado por una herida en los tímpanos, según indicaron las autoridades locales.

El martes, al caer la noche, se registraron múltiples incendios en el campamento, que desde el lunes está siendo desalojado, y se intensificaron entre la medianoche y las tres de la madrugada, precisó la prefectura. Al menos dos bombonas de gas estallaron y los bomberos, escoltados por policías, intervinieron para apagar los incendios.

Buccio informó de que cuatro afganos fueron arrestados como presuntos responsables de los incendios. Atribuyó estos fuegos a una supuesta «tradición» de los inmigrantes –«cuando uno se va, se limpia prendiendo fuego», declaró la prefecta en BFMTV–, una tesis que pusieron en duda varias asociaciones.

Las asociaciones que trabajan en «la Jungla» habían advertido sobre la posibilidad de que se produjeran estos siniestros y habían distribuido decenas de extintores a los migrantes.

Afirmó que ayer mismo iban a comenzar de forma más sistemática la destrucción de las chabolas que queden, para lo que se iban a usar ya medios pesados.

Entre 6.000 y 8.000 personas, incluyendo 1.300 menores no acompañados, vivían hasta el domingo en este campamento, situado a unos 40 kilómetros de las costas inglesas, a donde muchos anhelaban llegar. Su desmantelamiento fue anunciado por el presidente François Hollande en setiembre, a seis meses de las elecciones presidenciales, en las que la inmigración se ha impuesto como uno de los temas principales.

Los migrantes, principalmente afganos, sudaneses y eritreos, que abandonaron sus países huyendo de conflictos y de la extrema pobreza, han sido trasladados en autobuses a centros de acogida repartidos en todo el territorio francés.

La ONG Save the Children advirtió de que cientos de niños no acompañados todavía no han podido ser registrados. Algo menos de 300 han sido enviados a Gran Bretaña, país que se comprometió con París a acoger a los que puedan demostrar que tienen familiares en ese país.

«Los refugiados y los niños no acompañados han estado haciendo cola de manera tranquila y ordenada hasta ahora, pero hay mucha confusión y falta de información. La situación cada vez es más tensa. La presencia policial es masiva y las excavadoras han empezado a funcionar en el campo, hecho que asusta mucho a los niños que no tienen un lugar para quedarse todavía», afirmó ayer desde Calais la trabajadora de Save the Children Dorothy Sang.

129 desaparecidos

Kevin Watkins, director general de Save the Children en Gran Bretaña, denunció que «las autoridades francesas se han precipitado con la demolición del campo sin haber tenido en cuenta la protección de las personas extremadamente vulnerables. Se trata de una negligencia en el cumplimiento de sus responsabilidades, la cual expone a los niños a graves riesgos».

«Cuando una parte del campo fue demolida a principios de este año, 129 niños desaparecieron. No sabemos qué les sucedió. Hay muchas posibilidades de que esto suceda de nuevo, pero a mayor escala. Estamos muy contentos de ver el número significativo de niños no acompañados de Calais a los que se les ha dado un refugio seguro en el Reino Unido, pero seguimos profundamente preocupados por el destino de cientos que siguen en el campo», subrayó.

«Es el peor campamento que he visitado», afirma Juaristi

El eurodiputado de EH Bildu, Josu Juaristi, denunció que «París y los estados miembros de la UE que han aceptado esta violación masiva de derechos humanos son los responsables de esta indecencia» y que la Jungla «es el reflejo más triste y denigrante en territorio europeo de la política hacia las personas migrantes y refugiadas de los estados miembros de la UE». Resaltó que «este no es un problema de transporte», sino una cuestión de derechos humanos, «y en este lugar han sido violados, no por sus moradores, sino por las autoridades galas y europeas».

«El de Calais es el peor campamento de personas migrantes y refugiadas que he visitado, tanto dentro como fuera de la UE», destacó. Juaristi visitó la Jungla el 1 de diciembre de 2015 junto a varios diputados de GUE/NGL. «Sus palabras daban testimonio de la indecencia que se estaba cometiendo hacia estas personas, no solo tolerada por las autoridades sino agravada de forma premeditada», sostuvo.GARA