GARA
WASHINGTON-FRÁNCFORT

La Fed y el BCE apuntan a próximos estímulos monetarios

Tanto la Reserva Federal de Estados Unidos como el Banco Central Europeo llevan muchos meses apuntando a «próximas» subidas de tasas de interés y a otras medidas de estímulo monetario pero no terminan de llevarlas a cabo. Ayer ambos organismos reguladores coincidieron en alimentar esas expectativas, a las que siguen sin poner fecha.

La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, sugirió ayer que el organismo monetario acometerá una subida de los tipos de interés «relativamente pronto», según indicó durante su intervención inicial ante el Congreso de los Estados Unidos.

En su última reunión sobre política monetaria, a comienzos de este mes, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) decidió mantener los tipos de interés en un rango estimado de entre el 0,25% y el 0,5%, donde se sitúan desde diciembre del pasado año, a la espera de más datos que confirmen la mejoría en la economía estadounidense.

«El Comité estimó que el argumento a favor de una subida de tipos continuó fortaleciéndose y que tal subida podría resultar apropiada relativamente pronto», precisó Yellen, que condiciona la subida de tipos a «pruebas adicionales» de que la economía estadounidense está avanzando hacia los objetivos marcados por la Fed, que pasan por el pleno empleo y una tasa de inflación del 2%.

Al mismo tiempo, advirtió de que mantener los tipos de interés en los niveles actuales podría suponer unos «riesgos excesivos» y, en última instancia, «lastrar la estabilidad financiera», por lo que la opción de un endurecimiento de la política monetaria en la reunión que el organismo celebrará los próximos 13 y 14 de diciembre gana más peso todavía.

No obstante, en referencia a la reunión de noviembre, Yellen justificó que «esperar a tener más evidencias» no significa una falta de confianza en la economía de estadounidense. «La tasa de desempleo se mantuvo estable desde principios de año a pesar de que la creación de empleo estuvo por encima de la media y la inflación continuó por debajo del objetivo, por lo que el Comité juzgó que había más espacio para el mercado de trabajo que el anticipado a comienzos de año».

Faltan señales claras

Por su parte, el Banco Central Europeo está preparado para aumentar los estímulos monetarios en diciembre porque la inflación es muy baja en la eurozona y no da señales de estabilizarse cerca del 2%.

Así se desprende de las actas de su última reunión de política monetaria, mantenida el 20 de octubre, antes de las elecciones en EEUU, que publicó ayer. En ese encuentro, determinó que aún faltaban «señales claras de una convincente tendencia alcista» en la inflación subyacente, que es la que descuenta los elementos más volátiles como la energía y los alimentos.

Por ello, los mercados prevén que prolongará sus actuales estímulos monetarios más allá de marzo de 2017. Desde marzo pasado, el BCE compra mensualmente 80.000 millones de euros de deuda pública y privada. Y anteriormente adquirió durante un año bonos por valor de 60.000 millones de euros. La entidad monetaria insiste en que sus medidas funcionan y que los bancos le venden bonos y usan esa financiación para garantizar préstamos.

En cambio, el analista de Commerzbank Michael Schubert considera que, desafortunadamente, el 90% de los bancos de la eurozona no usa la liquidez de ese modo y hay una falta de demanda de crédito.

 

Yellen no tiene intención de dejar el cargo pese a Trump

Durante la sesión de control en el Congreso estadounidense, Janet Yellen aseguró que continuará al frente de la Fed a pesar de que el republicano Donald Trump se haya impuesto en las elecciones presidenciales de EEUU. «El Senado me confirmó un mandato de cuatro años, que finaliza a finales de enero de 2018, y mi intención es cumplir este mandato», aseveró la presidenta de la Reserva Federal.

Trump fue muy crítico en numerosas ocasiones con la presidenta de la Fed durante el transcurso de su campaña electoral, cuestionando su independencia al afirmar que seguía las directrices del presidente saliente de EEUU, Barack Obama, al retrasar una subida de los tipos de interés con el objetivo de mantener al alza el mercado antes de la cita electoral del 8 de noviembre. El magnate llegó a abogar por sustituir a la presidenta del principal organismo monetario de Estados Unidos en una entrevista con la revista “Fortune”. GARA