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MADRID

Rajoy no piensa modificar las tarifas de la luz y subraya que hay previsión de lluvias

Al Gobierno del PP le han llegado las quejas de la gente que se alarma ante el incremento del precio de la luz en el mercado mayorista, pero no tomará cartas en el asunto y confía en que la lluvia llegue pronto.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha descartado adoptar medidas extraordinarias para bajar el precio de la luz, lo que justifica indicando que se encuentra en niveles de 2015 y augurando que bajará algo en fechas próximas porque la lluvia volverá a acumularse en los pantanos que producen electricidad. Tampoco piensa hacer una reforma estructural.

«Han anunciado que va a llover y eso, lógicamente, dará lugar a una bajada», dijo ayer durante una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press, en la que, no obstante, asumió que «la solución no es esa» y que no se trata de que el Gobierno vaya a «esperar» a que llueva o haga viento.

Con todo, dejó claro que no se plantea ni bajar los peajes (impuestos con los que se grava la venta y el consumo de energía) ni modificar el sistema de fijación de precios mayoristas (el pool eléctrico). Según los cálculos del Ejecutivo del PP, este año el precio de la electricidad subirá, de media, respecto a 2016 unos 100 euros anuales (8 euros al mes). Rajoy atribuyó este incremento, fundamentalmente, a que el año pasado fue «excepcionalmente bueno» por la caída del precio del petróleo. «En este momento estamos en niveles del año 2015; subirá este año con respecto a 2016, pero porque en las últimas fechas ha subido el precio del petróleo un 100% y ello afecta al precio de la electricidad», indicó.

«No depende del Gobierno»

«Ya me gustaría a mí que volviera a bajar como en 2016, pero no todo en esta vida ni en este mundo depende del Gobierno, ni del español ni de ningún otro», añadió.

Para justificar la fuerte subida de la luz, además de la relativa falta de agua y de energía solar de los últimos meses, Rajoy también esgrimió la «situación compleja» de las centrales nucleares en el Estado francés, ya que varias de ellas han parado a la vez, lo que hace que los operadores franceses también opten a comprar la energía que se produce en la península Ibérica, aumentando así la demanda al sur de los Pirineos.