Como no podía ser de otra manera, Nacho Vigalondo vuelve a reivindicarse como uno de los directores españoles más inspirados de nuestros tiempos. Descubrir cualquiera de sus propuestas implica siempre enfrentarse a una experiencia que el cine, sin importar su procedencia, parece que no nos hubiera ofrecido antes. Por ir a lo fácil, tomemos como ejemplo “Colossal”, su último filme.

Lu historia nos habla de Gloria, una mujer que después de perder su trabajo y su pareja sentimental, decide volver al pueblo que la vio nacer. Allí, tanto ella como nosotros mismos entraremos en shock, al descubrir que está conectada con un monstruo gigantesco cuyas eventuales manifestaciones causan el pánico en Corea del Sur. Como punto de partida (pues así empieza la película), no está nada mal; como base sobre la que construir un relato autobiográfico, así como un alegato feminista, nos quedamos con la duda de siempre con este cineasta: ¿La idea brillante evolucionará en algo más o se quedará en mero golpe de inspiración? Para evitar spoilers, toca ver la película. Para todo lo demás, basta con la presencia de una Anne Hathaway a ratos colosal, cuya sintonía con Vigalondo justifica esta y todas sus ocurrencias.